Capítulo 15: Hasta donde llega la maldad
Capítulo 16: Tempestad inevitable
-No lo niegues, te gusta, Claire...- Aseguró Alice a su amiga mientras se tomaban un café en la terraza del hospital. A Taemin le estaban interrogando por lo sucedido y ellas ya habían declarado, aprovecharon mientras para hablar de ciertos temas. La conversación se volcó involuntariamente, o tal vez por alguna que otra puyita de Sung Hye, en hacerle ver a Young Mi lo que sentía por el muchacho.
-Te equivocas. Lo odio- Le contradijo.
-Ese mocoso como tú lo llamas te ha calado hasta lo huesos. Soy ciega pero justo por eso capto detalles que los demás no. Creo que ya te has dado cuenta pero no lo quieres aceptar... Te encanta Taemin-
-¡Que no! ¡Imposible!- Protestó bastante molesta. -Lo detesto, me saca de quicio
-Es el primero que te saca de quicio... Eso dice mucho- Puntualizó Alice sonriendo al notar que había dado en el clavo.
Su amiga tenía razón. Taemin había sido el único por el que sus nervios se veían siempre alterados. Lo lógico es que si no le importara, no reaccionaría de aquella manera y Alice lo había captado. Él había conseguido lo que ningún otro, algo que Claire no estaba dispuesta a aceptar así que contrarrestó con una pregunta. -¡¿Qué?! ¿Ahora que te caiga mal una persona significa que te gusta?-
-¿Recuerdas como los conocimos? Yo también detestaba a Jong y... Mira ahora-
-Enamorada...
-¡No! Es decir... No lo sé. Aún es demasiado pronto para decirlo, aun no hemos podido hablar sobre el tipo de relación en la que estamos como para pensar en si ya hay esos sentimientos tan fuertes de por medio- Acostumbraba a analizar cada situación que se le presentara, sin embargo era su primera vez aceptando un hombre en su vida. Esto se le escapaba de las manos, era algo nuevo que no sabía como manejar. Debía estar segura sobre lo que significaba para Jong y después sopesar si de verdad valía la pena abrirse a él por completo. Los sentimientos sería lo último que dejaría al descubierto, vulnerables.
-Jaja Menuda consejera estás hecha. Ni tú te aclaras y me dices a mí qué hacer... Insólito-
-Bueno, desde fuera se ve más claro. Hazme caso, si tú me ves “enamorada”, y quizás tengas un poco de razón, piensa que seguramente yo también la tenga ¿No crees?
-Te odio. Siempre le das vueltas a todo derrotándome, no es justo- No pudo evitar reírse cuando su amiga lo hizo. Eran dos tontas confundidas por dos hombres ¿Quién les iba a decir que terminaran en esa posición? Ambas había cosechado bastante rechazo hacia los hombres. Young Mi no tanto pero era algo exigente, por no decir demasiado, con ellos y el trauma de Alice la había alejado tanto del terreno sentimental con el sexo opuesto que ni se imaginaban cambiar su perspectiva emocional como lo estaban haciendo.
-¿Qué es tan divertido?- La voz de Jong se coló en el ambiente liviano de las chicas. Se quedaron calladas hasta que la mueca de confusión del joven obligo a Young Mi a hablar.
-La cara que has puesto- Él pareció no pillar la broma frunciendo el ceño y la muchacha se dio por vencida. -Cosas de chicas, está comprobado que vosotros jamás lo entenderéis...- Acaba de decir la mayor tontería de su vida. Vencida, necesitaba una excusa para tapar que había fallado en su juego e irse dejándolos solos. Se preguntó si comenzaba a perder facultades ante los hombres o si sólo era un lapsus temporal mientras se alejaba. -Alice voy a soportar al pequeño tonto de abajo- Y desapareció por la puerta donde había salido Jong momentos antes.
---
-Parece que sus insultos hacia Taemin van disminuyendo en intensidad ¿No lo crees?- Sin pedir permiso se sentó justo al lado de Alice. Esta se giró hacia él como un impulso. No lo vería pero sí lo escuchaba, alto y claro.
-Sí, lo creo- No sabía desde cuando pero cada vez que la veía sonreír de esa manera se sentía atrapado, ajeno al resto del mundo. Lo de su padre, la empresa, incluso su pasado se sentía lejano al estar con ella. Admiraba la pureza que salía por cada poro de Alice, sus experiencias le habían hecho dudar sobre la existencia de personas así, tan cálidas e inocentes que pedían a gritos que alguien las protegiera. Siempre deseó ser protegido hasta que Alice comenzó a llegar, bien hondo, dentro de él. En cierto modo ella también le ofrecía seguridad, acostumbraba a ver las mujeres como algo débil, frágiles, como si se rompieran al mínimo toque. Con ella sufría una contradicción atractiva: Se veía fuerte, decidida, incluso controladora: a la vez que delicada y tierna pero nunca débil o frágil.
Algo en su interior volvió a removerse. Quizás era porque no había estado el bastante tiempo con él. Tenía la terrible desgracia ver como los de su alrededor se pudrían. No podía permitirse hacerla sufrir, tenía que dar todo de él para que fuera ella y sólo ella la única mujer que consiguiera aplacar con todos sus temores, inseguridades y debilidades. Lo aceptaba, ella lo superaba en determinación y autoestima. Además de que sus ojos fueran privados de la vista, estos parecían contener una historia más oscura, algo profundo y doloroso, dándoles un tono misterioso. Seguramente ocultando un secreto que estaba dispuesto a escuchar de sus labios. Estaría ahí fuera lo que fuese, como un soporte inquebrantable. Aun si para ello tuviera que renunciar a todo.
Sí, al mirarla en ese instante se dio cuenta de que estaba completamente enamorado de ella.
-Jong/Alice- Se llamaron al unisono. Efecto que los hizo sonreír como bobos. -Tú primero- Ahí iban de nuevo, esta vez no redimieron una carcajada.
-Tú primero, Jong- Este quiso protestar hasta que, de nuevo, se perdió en su rostro.
-Creo que ambos tenemos ciertas inseguridades a la hora de entablar relaciones... Bueno, yo era un casanova...- Le avergonzaba decirlo y pensar que era una vulgar mentira. Sí, lo era pero su cuerpo se negaba a corresponder a ninguna mujer. Un segundo. Debía estar agradecido, ahora que lo pensaba era algo maravilloso. Si con Alice acababa su trauma, ambos compartirían su preciada primera vez. Por un momento, ese pensamiento infantil lo hizo sonreír como un estúpido.
-¿Eras?
-Sí, era. Déjame terminar nena, no seas impaciente- Alice tragó saliva. Ese “nena” había sonado demasiado seductor como para no reaccionar nerviosamente ante él. Tampoco ayudó que sus manos abrazaran las suyas. Decidió seguir escuchando y tratar de disimular el repentino aumento de temperatura en su cuerpo. -Lo cierto es que nunca he tenido una relación seria, triste ¿Verdad?
-No, no lo encuentro para nada triste- Dijo sinceramente Alice, para la sorpresa de Jong la joven parecía entenderle más aún de lo que suponía. Daba miedo el simple hecho de tener tantos puntos en común con ella. ¿Se desilusionaría cuando descubriera su “problema”? Cerró los ojos en negación y se aferró más a sus manos.
-Es extraño para alguien que de seguro ha tenido muchos hombres a sus pies- Sí, habría tenido muchos pretendientes pero a la larga podía notar que no había llegado muy lejos con ninguno de ellos. Sólo quería asegurarse de lo que ya sabía, ese beso le había confirmado lo que en segundos ella le iba a confesar. El simple hecho de ser tan honesta en esos temas le agradaba sobremanera.
-Pues me temo que estoy, más o menos, igual que tú. Yo no es que haya tenido relaciones cortas o largas, es que sencillamente no he tenido ninguna-Notó algo curioso, movía sus pulgares masajeando la carne con total parsimonia, sin darse cuenta. Entonces dedujo que se trataba de una costumbre adquirida. Lo encontró adorable.
-Lo suponía- Se le escapó aquella afirmación y esperó temeroso, su reacción.
-¡Oye! Nadie te ha dicho que no tenga experiencia, existen otro tipo de “relaciones”- Argumento con falsa modestia.
-Pero acabas de decir que...
-Jaja es broma- Hermosa. Incluso jugando con él lo era. Estaba completamente seguro que Sung Hye sería esa mujer.
-Eres tan dulce... Lo suponía porque no hay una criatura tan pura como tú- Oh dios. Un momento como ese debía ser algo precioso, grandioso pero su mente le advirtió algo. Como queriendo que no se le olvidara, ese horrible recuerdo volvía a la superficie, avisándola: “tú no eres pura” No, otra vez no. Si se dejaba caer frente a Jong no podría sincerarse con él más adelante. Necesitaba ser fuerte para afrontarlo ahora y después. Si era derrotada en la primera batalla, toda su recuperación se iría al garete. Respiró hondo, rezando para que no lo notara.
-Jong...- La mezcla de sensaciones se reflejó en su tono. Maldita sea. Quería que por una vez pudiera olvidarse de ese maldito día y tomar decisiones drásticas que cambiaran su vida por completo. Entonces como si le hubiera leído la mente ese momento llegó gracias a Jong.
-Quiero conocer todo de ti, Alice. Deja que entre a ese maravilloso mundo en el que estás sumergida pero deja que lo haga como tu pareja, como tu apoyo incondicional. Por favor acepta mi propuesta- Era la primera vez que no mentía al camelar a una chica. Cada palabra salió sola, una tras otra con total seguridad. Deseaba que ella hubiera advertido su sinceridad en cada una.
-Yo no...
-Por favor, no...
-Cálmate, aún no he acabado- Repuso la joven fingiendo molestia al verse interrumpida. Rió al sentirlo tan apresurado. Parecía un adolescente y no le disgustaba en absoluto su comportamiento, al contrario, le encantaba.
-Lo siento- Sonrió sin bloquear una risilla por el ansia que había demostrado. La paciencia no era una de sus virtudes aunque Alice la merecía.
-Yo no me he visto jamás en esta situación. Siempre intento pensar bien las cosas antes de emprender algo pero desde que te conozco todo se ha descontrolado. En un principio me pareció molesto hasta que me di cuenta de que eras un tanto diferente. Original sobretodo- Jonghyun acarició con sus pulgares una vez más el dorso de las manos de la muchacha. Era relajante y a la vez un gesto que la volvía loca. Suspiró antes de continuar. -Quiero intentar cambiar mi rutina, así que, por una vez me dejaré llevar. Acepto tu propuesta Jonghyun- Sonrió más fuerte que antes, con más alivio, como si se hubiera quietado un gran peso de encima. Feliz...
Los labios de Jonghyun sobre los suyos no se hicieron esperar. Algo diferente al primero. Este estaba lleno de seguridad y decisión. Aunque nada le quitara lo excitante y pasional del asunto. Nunca pensó sentir tantas emociones al juntar los labios con alguien. Su cavidad invadida por la juguetona lengua de él provocaba que su vientre bailara y saltara alegremente. Mientras que para Jonghyun de un juego, el acto se estaba convirtiendo en algo más, los besos con Alice tenían un condimento extra. Al pensar en ello formó una mueca satisfecha inconscientemente, algo que ella notó ya que le hizo separar los labios por un momento. Le correspondió lanzándose de nuevo. Ahora la ansiosa era ella, se estaba volviendo adicta a esos besos. Adicta a Jonghyun. ¿Podría ser la segunda oportunidad que ambos buscaban? Aquel anhelo conjunto los unió aún más.
---
-Sospechas de tu padre ¿No es así?- Avistó Hyo Jo. Se encontraban en la habitación con Taemin. Las chicas ya se habían ido a descansar para calmar sus nervios después del susto y los interrogatorios. Hyo Jo había estado presente en todos ellos al igual que la abogada de Sung Hye. Ciertamente la policía debía investigar el incidente aunque Jong ya podía entrever de quien había sido obra.
-Sí, estoy seguro pero jamás pensé que fuera a por ella. No me perdono que haya dañado a Taemin y te juro que lo hubiera matado si hubiera llegado a hacerle algo a Alice-
-Debes probar eso, no lo sabes a ciencia cierta Jong- Aclaró Hyo Jo con cierto resquemor. El odio hacia su padre podría estar cegándolo, no esperaba que ese viejo fuera a llegar tan lejos.
-Soy el único que sabe quien es mi padre y os probaré que es capaz de eso y mucho más. Por desgracia, lo sé- Sentenció Jonghyun viendo como ambos abogados lo miraban seriamente. Su profesión los hacía un tanto imparciales aunque tendrían que comprender, más adelante, que él tenía razón.
-Bien, sólo te pido que no hagas más tonterías de las que ya haces- Antes de que abriera la boca para protestar prosiguió. -Sabes a que me refiero, el tiempo te ayudará si estás en lo cierto y espero que así sea. Puedes contar conmigo para lo que sea- Le guiño el ojo. Comprendía que se arriesgaba con todo el plan, sumarle algo más lo hacía bastante peligroso. Si su padre descubría sus intenciones antes de tiempo, lo previsto se iría a la mierda. Jong asintió levemente. Hyo Jo se dirigió, ahora, a Taemin. -Que te sea leve la estancia aquí y no os preocupéis por los trámites. La policía conseguirá averiguar quién era el atacante así que no hagáis locuras ¿Está bien?- Invitó educadamente a su compañera de profesión para que saliera antes que él por la puerta y se despidió con una divertida sonrisa. Los dos muchachos restantes en la habitación rieron ante el gesto. Estaba claro, quería camelarse a esa chica. Al cerrar la puerta Jonghyun se fue al lado de Taemin, tenía un asunto pendiente con él.
-Taemin... Necesito un favor
-¿De que se trata? No me digas que abandonas la apuesta...- Jong no respondió dándole a entender que no se equivocaba. -¡Gané! ¡Gané jajaja! Quiero tu coche bien presentable en la entrada de este hospital el día que salga de aquí jajaja- Eufórico casi saltaba en la cama. Una punzada de dolor lo hizo parar con un gemido.
-Mira que eres tonto... Está bien, así será. Alice vale más que cualquier apuesta- Taemin volvió a regodearse como un crío. -Pero no quería hablarte de eso. Es sobre Young Mi...
-¿Qué pasa con ella?- Aun con la apuesta cancelada no estaba dispuesto a librarse de esa muchacha. La necesitaba para divertirse un rato o eso pensaba hasta que escuchó su nombre en boca de Jong. Le asustaba el simple hecho de oírlo hablar sobre ella. ¿Qué tenía que ver él con Young Mi? Su estómago se revolvió. ¡Dios! ¿Qué demonios le estaba pasando en ese instante? Debía darle igual después de que terminaran con ese juego pero su cuerpo insistía en interesarse por el más mínimo detalle de la joven. Incluso se había arriesgado a morir por ella. Definitivamente se estaba volviendo loco. Arrancó ese estúpido sentimiento de su cuerpo y se dispuso a escuchar al mayor con total curiosidad. Aun negándose a la realidad.
-Durante una buena temporada necesito que la mantengas alejada de la empresa. Me da igual las excusas o/y los trucos que utilices. Simplemente no dejes que aparezca por ella mientras yo estoy ahí- Pidió Jong con una pasmosa serenidad. El plan estaba claro y si se ejecutaba tal y como lo había pensado el éxito daría sus frutos en un corto periodo de tiempo.
-¿Has decidido retomar el poder que te corresponde?
-Algo así...
-Estoy orgulloso de ti. Y sí, claro que lo haré. Me encantará fastidiarla cada vez que se me antoje...- Inconscientemente anhelaba su compañía pero un tipo como él jamás lo reconocería. Era algo degradante para él, no dejaría hacérselo saber a nadie y mucho menos a Jong. Aunque por la mirada incisiva de este adivinaba ya un poco el borde de sus temidos sentimientos.
-No lo niegues, te gusta, Claire...- Aseguró Alice a su amiga mientras se tomaban un café en la terraza del hospital. A Taemin le estaban interrogando por lo sucedido y ellas ya habían declarado, aprovecharon mientras para hablar de ciertos temas. La conversación se volcó involuntariamente, o tal vez por alguna que otra puyita de Sung Hye, en hacerle ver a Young Mi lo que sentía por el muchacho.
-Te equivocas. Lo odio- Le contradijo.
-Ese mocoso como tú lo llamas te ha calado hasta lo huesos. Soy ciega pero justo por eso capto detalles que los demás no. Creo que ya te has dado cuenta pero no lo quieres aceptar... Te encanta Taemin-
-¡Que no! ¡Imposible!- Protestó bastante molesta. -Lo detesto, me saca de quicio
-Es el primero que te saca de quicio... Eso dice mucho- Puntualizó Alice sonriendo al notar que había dado en el clavo.
Su amiga tenía razón. Taemin había sido el único por el que sus nervios se veían siempre alterados. Lo lógico es que si no le importara, no reaccionaría de aquella manera y Alice lo había captado. Él había conseguido lo que ningún otro, algo que Claire no estaba dispuesta a aceptar así que contrarrestó con una pregunta. -¡¿Qué?! ¿Ahora que te caiga mal una persona significa que te gusta?-
-¿Recuerdas como los conocimos? Yo también detestaba a Jong y... Mira ahora-
-Enamorada...
-¡No! Es decir... No lo sé. Aún es demasiado pronto para decirlo, aun no hemos podido hablar sobre el tipo de relación en la que estamos como para pensar en si ya hay esos sentimientos tan fuertes de por medio- Acostumbraba a analizar cada situación que se le presentara, sin embargo era su primera vez aceptando un hombre en su vida. Esto se le escapaba de las manos, era algo nuevo que no sabía como manejar. Debía estar segura sobre lo que significaba para Jong y después sopesar si de verdad valía la pena abrirse a él por completo. Los sentimientos sería lo último que dejaría al descubierto, vulnerables.
-Jaja Menuda consejera estás hecha. Ni tú te aclaras y me dices a mí qué hacer... Insólito-
-Bueno, desde fuera se ve más claro. Hazme caso, si tú me ves “enamorada”, y quizás tengas un poco de razón, piensa que seguramente yo también la tenga ¿No crees?
-Te odio. Siempre le das vueltas a todo derrotándome, no es justo- No pudo evitar reírse cuando su amiga lo hizo. Eran dos tontas confundidas por dos hombres ¿Quién les iba a decir que terminaran en esa posición? Ambas había cosechado bastante rechazo hacia los hombres. Young Mi no tanto pero era algo exigente, por no decir demasiado, con ellos y el trauma de Alice la había alejado tanto del terreno sentimental con el sexo opuesto que ni se imaginaban cambiar su perspectiva emocional como lo estaban haciendo.
-¿Qué es tan divertido?- La voz de Jong se coló en el ambiente liviano de las chicas. Se quedaron calladas hasta que la mueca de confusión del joven obligo a Young Mi a hablar.
-La cara que has puesto- Él pareció no pillar la broma frunciendo el ceño y la muchacha se dio por vencida. -Cosas de chicas, está comprobado que vosotros jamás lo entenderéis...- Acaba de decir la mayor tontería de su vida. Vencida, necesitaba una excusa para tapar que había fallado en su juego e irse dejándolos solos. Se preguntó si comenzaba a perder facultades ante los hombres o si sólo era un lapsus temporal mientras se alejaba. -Alice voy a soportar al pequeño tonto de abajo- Y desapareció por la puerta donde había salido Jong momentos antes.
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-Parece que sus insultos hacia Taemin van disminuyendo en intensidad ¿No lo crees?- Sin pedir permiso se sentó justo al lado de Alice. Esta se giró hacia él como un impulso. No lo vería pero sí lo escuchaba, alto y claro.
-Sí, lo creo- No sabía desde cuando pero cada vez que la veía sonreír de esa manera se sentía atrapado, ajeno al resto del mundo. Lo de su padre, la empresa, incluso su pasado se sentía lejano al estar con ella. Admiraba la pureza que salía por cada poro de Alice, sus experiencias le habían hecho dudar sobre la existencia de personas así, tan cálidas e inocentes que pedían a gritos que alguien las protegiera. Siempre deseó ser protegido hasta que Alice comenzó a llegar, bien hondo, dentro de él. En cierto modo ella también le ofrecía seguridad, acostumbraba a ver las mujeres como algo débil, frágiles, como si se rompieran al mínimo toque. Con ella sufría una contradicción atractiva: Se veía fuerte, decidida, incluso controladora: a la vez que delicada y tierna pero nunca débil o frágil.
Algo en su interior volvió a removerse. Quizás era porque no había estado el bastante tiempo con él. Tenía la terrible desgracia ver como los de su alrededor se pudrían. No podía permitirse hacerla sufrir, tenía que dar todo de él para que fuera ella y sólo ella la única mujer que consiguiera aplacar con todos sus temores, inseguridades y debilidades. Lo aceptaba, ella lo superaba en determinación y autoestima. Además de que sus ojos fueran privados de la vista, estos parecían contener una historia más oscura, algo profundo y doloroso, dándoles un tono misterioso. Seguramente ocultando un secreto que estaba dispuesto a escuchar de sus labios. Estaría ahí fuera lo que fuese, como un soporte inquebrantable. Aun si para ello tuviera que renunciar a todo.
Sí, al mirarla en ese instante se dio cuenta de que estaba completamente enamorado de ella.
-Jong/Alice- Se llamaron al unisono. Efecto que los hizo sonreír como bobos. -Tú primero- Ahí iban de nuevo, esta vez no redimieron una carcajada.
-Tú primero, Jong- Este quiso protestar hasta que, de nuevo, se perdió en su rostro.
-Creo que ambos tenemos ciertas inseguridades a la hora de entablar relaciones... Bueno, yo era un casanova...- Le avergonzaba decirlo y pensar que era una vulgar mentira. Sí, lo era pero su cuerpo se negaba a corresponder a ninguna mujer. Un segundo. Debía estar agradecido, ahora que lo pensaba era algo maravilloso. Si con Alice acababa su trauma, ambos compartirían su preciada primera vez. Por un momento, ese pensamiento infantil lo hizo sonreír como un estúpido.
-¿Eras?
-Sí, era. Déjame terminar nena, no seas impaciente- Alice tragó saliva. Ese “nena” había sonado demasiado seductor como para no reaccionar nerviosamente ante él. Tampoco ayudó que sus manos abrazaran las suyas. Decidió seguir escuchando y tratar de disimular el repentino aumento de temperatura en su cuerpo. -Lo cierto es que nunca he tenido una relación seria, triste ¿Verdad?
-No, no lo encuentro para nada triste- Dijo sinceramente Alice, para la sorpresa de Jong la joven parecía entenderle más aún de lo que suponía. Daba miedo el simple hecho de tener tantos puntos en común con ella. ¿Se desilusionaría cuando descubriera su “problema”? Cerró los ojos en negación y se aferró más a sus manos.
-Es extraño para alguien que de seguro ha tenido muchos hombres a sus pies- Sí, habría tenido muchos pretendientes pero a la larga podía notar que no había llegado muy lejos con ninguno de ellos. Sólo quería asegurarse de lo que ya sabía, ese beso le había confirmado lo que en segundos ella le iba a confesar. El simple hecho de ser tan honesta en esos temas le agradaba sobremanera.
-Pues me temo que estoy, más o menos, igual que tú. Yo no es que haya tenido relaciones cortas o largas, es que sencillamente no he tenido ninguna-Notó algo curioso, movía sus pulgares masajeando la carne con total parsimonia, sin darse cuenta. Entonces dedujo que se trataba de una costumbre adquirida. Lo encontró adorable.
-Lo suponía- Se le escapó aquella afirmación y esperó temeroso, su reacción.
-¡Oye! Nadie te ha dicho que no tenga experiencia, existen otro tipo de “relaciones”- Argumento con falsa modestia.
-Pero acabas de decir que...
-Jaja es broma- Hermosa. Incluso jugando con él lo era. Estaba completamente seguro que Sung Hye sería esa mujer.
-Eres tan dulce... Lo suponía porque no hay una criatura tan pura como tú- Oh dios. Un momento como ese debía ser algo precioso, grandioso pero su mente le advirtió algo. Como queriendo que no se le olvidara, ese horrible recuerdo volvía a la superficie, avisándola: “tú no eres pura” No, otra vez no. Si se dejaba caer frente a Jong no podría sincerarse con él más adelante. Necesitaba ser fuerte para afrontarlo ahora y después. Si era derrotada en la primera batalla, toda su recuperación se iría al garete. Respiró hondo, rezando para que no lo notara.
-Jong...- La mezcla de sensaciones se reflejó en su tono. Maldita sea. Quería que por una vez pudiera olvidarse de ese maldito día y tomar decisiones drásticas que cambiaran su vida por completo. Entonces como si le hubiera leído la mente ese momento llegó gracias a Jong.
-Quiero conocer todo de ti, Alice. Deja que entre a ese maravilloso mundo en el que estás sumergida pero deja que lo haga como tu pareja, como tu apoyo incondicional. Por favor acepta mi propuesta- Era la primera vez que no mentía al camelar a una chica. Cada palabra salió sola, una tras otra con total seguridad. Deseaba que ella hubiera advertido su sinceridad en cada una.
-Yo no...
-Por favor, no...
-Cálmate, aún no he acabado- Repuso la joven fingiendo molestia al verse interrumpida. Rió al sentirlo tan apresurado. Parecía un adolescente y no le disgustaba en absoluto su comportamiento, al contrario, le encantaba.
-Lo siento- Sonrió sin bloquear una risilla por el ansia que había demostrado. La paciencia no era una de sus virtudes aunque Alice la merecía.
-Yo no me he visto jamás en esta situación. Siempre intento pensar bien las cosas antes de emprender algo pero desde que te conozco todo se ha descontrolado. En un principio me pareció molesto hasta que me di cuenta de que eras un tanto diferente. Original sobretodo- Jonghyun acarició con sus pulgares una vez más el dorso de las manos de la muchacha. Era relajante y a la vez un gesto que la volvía loca. Suspiró antes de continuar. -Quiero intentar cambiar mi rutina, así que, por una vez me dejaré llevar. Acepto tu propuesta Jonghyun- Sonrió más fuerte que antes, con más alivio, como si se hubiera quietado un gran peso de encima. Feliz...
Los labios de Jonghyun sobre los suyos no se hicieron esperar. Algo diferente al primero. Este estaba lleno de seguridad y decisión. Aunque nada le quitara lo excitante y pasional del asunto. Nunca pensó sentir tantas emociones al juntar los labios con alguien. Su cavidad invadida por la juguetona lengua de él provocaba que su vientre bailara y saltara alegremente. Mientras que para Jonghyun de un juego, el acto se estaba convirtiendo en algo más, los besos con Alice tenían un condimento extra. Al pensar en ello formó una mueca satisfecha inconscientemente, algo que ella notó ya que le hizo separar los labios por un momento. Le correspondió lanzándose de nuevo. Ahora la ansiosa era ella, se estaba volviendo adicta a esos besos. Adicta a Jonghyun. ¿Podría ser la segunda oportunidad que ambos buscaban? Aquel anhelo conjunto los unió aún más.
---
-Sospechas de tu padre ¿No es así?- Avistó Hyo Jo. Se encontraban en la habitación con Taemin. Las chicas ya se habían ido a descansar para calmar sus nervios después del susto y los interrogatorios. Hyo Jo había estado presente en todos ellos al igual que la abogada de Sung Hye. Ciertamente la policía debía investigar el incidente aunque Jong ya podía entrever de quien había sido obra.
-Sí, estoy seguro pero jamás pensé que fuera a por ella. No me perdono que haya dañado a Taemin y te juro que lo hubiera matado si hubiera llegado a hacerle algo a Alice-
-Debes probar eso, no lo sabes a ciencia cierta Jong- Aclaró Hyo Jo con cierto resquemor. El odio hacia su padre podría estar cegándolo, no esperaba que ese viejo fuera a llegar tan lejos.
-Soy el único que sabe quien es mi padre y os probaré que es capaz de eso y mucho más. Por desgracia, lo sé- Sentenció Jonghyun viendo como ambos abogados lo miraban seriamente. Su profesión los hacía un tanto imparciales aunque tendrían que comprender, más adelante, que él tenía razón.
-Bien, sólo te pido que no hagas más tonterías de las que ya haces- Antes de que abriera la boca para protestar prosiguió. -Sabes a que me refiero, el tiempo te ayudará si estás en lo cierto y espero que así sea. Puedes contar conmigo para lo que sea- Le guiño el ojo. Comprendía que se arriesgaba con todo el plan, sumarle algo más lo hacía bastante peligroso. Si su padre descubría sus intenciones antes de tiempo, lo previsto se iría a la mierda. Jong asintió levemente. Hyo Jo se dirigió, ahora, a Taemin. -Que te sea leve la estancia aquí y no os preocupéis por los trámites. La policía conseguirá averiguar quién era el atacante así que no hagáis locuras ¿Está bien?- Invitó educadamente a su compañera de profesión para que saliera antes que él por la puerta y se despidió con una divertida sonrisa. Los dos muchachos restantes en la habitación rieron ante el gesto. Estaba claro, quería camelarse a esa chica. Al cerrar la puerta Jonghyun se fue al lado de Taemin, tenía un asunto pendiente con él.
-Taemin... Necesito un favor
-¿De que se trata? No me digas que abandonas la apuesta...- Jong no respondió dándole a entender que no se equivocaba. -¡Gané! ¡Gané jajaja! Quiero tu coche bien presentable en la entrada de este hospital el día que salga de aquí jajaja- Eufórico casi saltaba en la cama. Una punzada de dolor lo hizo parar con un gemido.
-Mira que eres tonto... Está bien, así será. Alice vale más que cualquier apuesta- Taemin volvió a regodearse como un crío. -Pero no quería hablarte de eso. Es sobre Young Mi...
-¿Qué pasa con ella?- Aun con la apuesta cancelada no estaba dispuesto a librarse de esa muchacha. La necesitaba para divertirse un rato o eso pensaba hasta que escuchó su nombre en boca de Jong. Le asustaba el simple hecho de oírlo hablar sobre ella. ¿Qué tenía que ver él con Young Mi? Su estómago se revolvió. ¡Dios! ¿Qué demonios le estaba pasando en ese instante? Debía darle igual después de que terminaran con ese juego pero su cuerpo insistía en interesarse por el más mínimo detalle de la joven. Incluso se había arriesgado a morir por ella. Definitivamente se estaba volviendo loco. Arrancó ese estúpido sentimiento de su cuerpo y se dispuso a escuchar al mayor con total curiosidad. Aun negándose a la realidad.
-Durante una buena temporada necesito que la mantengas alejada de la empresa. Me da igual las excusas o/y los trucos que utilices. Simplemente no dejes que aparezca por ella mientras yo estoy ahí- Pidió Jong con una pasmosa serenidad. El plan estaba claro y si se ejecutaba tal y como lo había pensado el éxito daría sus frutos en un corto periodo de tiempo.
-¿Has decidido retomar el poder que te corresponde?
-Algo así...
-Estoy orgulloso de ti. Y sí, claro que lo haré. Me encantará fastidiarla cada vez que se me antoje...- Inconscientemente anhelaba su compañía pero un tipo como él jamás lo reconocería. Era algo degradante para él, no dejaría hacérselo saber a nadie y mucho menos a Jong. Aunque por la mirada incisiva de este adivinaba ya un poco el borde de sus temidos sentimientos.
Capítulo 17: No hay más remedio

No puedo verte by Laura Ramírez Patarro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
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