Capítulo 8: ¿Solo en casa?
Capítulo 9: El pasado se hace presente
Al entrar en casa
lo que vio le quitó cualquier pensamiento tanto positivo como
negativo... El salón estaba patas arriba, el sofá fuera de su
sitio, la mesa toda descolocada y la televisión rota, en el suelo,
soltando chispas. Giró su rostro hacia la cocina... Platos rotos,
cacharros descolocados y el gato deambulando por la encimera tan
campante. Y ahí estaba Jin Ki, sentado, lleno de harina hasta en las
orejas, no podía verse más patético. En unos momentos iba a
conocer la otra cara de Hana. Ese individuo había destrozado su casa
en solo unas horas, debía darle su merecido.
-¡¡¡Jin Ki!!!
¡Estas muerto!- Cerró fuertemente la puerta, soltó las bolsas y se
descalzó, agarró sus zapatos y sin pensarlo dos veces tiro uno de
ellos hacia donde se encontraba Jin Ki. Este se levantó rápidamente
para poder esquivar lo que Hana le estaba arrojando a la cabeza, se
encontraba recogiendo y lanzándole todo lo que veía por la mesa del
salón. -¡Ven aquí maldito torpe!
-¡Yo... Yo, lo
siento! ¡Lo siento!- Aún seguía intentando evitar que algunos de
esos objetos golpeara su cuerpo. Los ojos de Hana estaban llenos de
ira y por primera vez sintió verdadero miedo hacia esa mujer.
-¡¿Qué demonios
te pasa?! ¡¿No puedes tocar algo sin liarla?! ¿Por qué tocas si
ni siquiera sabes lo qué es? ¡Agg! Te odio Jin Ki, mira como está
mi casa ahora. ¡Todo por tu culpa!¡Espera a que atine una sola vez
y te dejo tonto del todo!- Todo esto lo decía mientras seguía
tirándole todo lo que encontraba a su alrededor. Ya cada vez estaba
más cerca y su puntería iba en crescendo por lo que Jin Ki debía
ahora sortearlos con más rapidez.
Al llegar a la
cocina Hana no vio como el suelo que pisaba estaba lleno de harina y
se resbaló un par de veces, la primera si pudo mantener el
equilibrio pero la segunda cayó de culo al querer tirar otro objeto
en ese momento.
-¡Agg! ¡Buaa!
¡Gr!- Estaba haciendo una rabieta, con sus piernas agitadas daba
patadas al suelo y con sus brazos golpeaba el suelo. -¿Por qué todo
me pasa a mi? ¡Maldito seas Jin Ki! ¡Te odio, te odio!- Sí,
efectivamente Jin Ki tenía enfrente a una niña pequeña que se
quejaba como si le hubiesen quitado su juguete preferido.
Disimuladamente se acercaba a ella, esto le provocó un cierto
dejavú. -¿Hasta cuando tendré que aguantar esto? ¿Hasta cuando?-
No, ya no se refería al destrozo en su hogar. Su frustración era
volver a recordar que su vida había cambiado radicalmente en solo
unas horas. A que su vida con Onew ya había terminado ¿Cómo salir
adelante con todo el amor que aún sentía por él? Un par de
lagrimas se asomaron por su rostro.
-Yo... Lo siento.
No quise...- Jin Ki ya se encontraba en cuclillas frente a ella.
-¡Gr! ¡Mira como
estoy ahora!- Pudo decir mientras sollozaba con rabia.
-Realmente lo
siento, esas cosas son tan nuevas para mi... Es como si me incitaran
a que las toque. Hana lo lamento de veras- Posó sus manos en los
hombros de la joven. Por alguna razón el contacto físico con Hana
se le hacía fácil, le salía como algo natural y espontaneo. Quizás
por las situaciones tan surrealistas que habían vivido ambos en ese
último día. Ofrecía una sonrisa de disculpa, algo que deslumbró a
la muchacha por completo. Tan exactamente igual a Onew. Tenía
derecho a estar enfadada pero cada vez que ese hombre le sonreía
todo su enojo se desvanecía. Ese encanto de Onew al principio de su
relación, sí, su sonrisa. Jin Ki era como Onew en esos tiempos y
eso la estaba torturando. “El que se parezca a él no te da derecho
a tratarlo así. Tendrá su cara, su cuerpo y su antigua sonrisa.
Pero no es él, Hana. No es Onew” Se decía aún sin apartar la
vista de esos labios. Era cierto, estaba echando las culpas a la
persona equivocada. Ese tipo era un desastre pero no tenía por que
pagar por Onew.
-No Jin Ki.
Perdoname tu a mi, sé que no te tenía que haber dejado solo. No
conoces nada sobre este mundo y es lógico que seas un tanto... Bueno
que seas bastante torpe. Por cierto ¿Cuando aprenderás a no tocar
lo que no conoces?- Quería disculparse pero al ver de nuevo aquel
destrozo la obligó a regañarlo otra vez. Se paró unos segundos,
al ver tanta harina en el pelo de Jin Ki supuso que sería divertido
sobárselo. No lo pensó, sin más se encontraba moviendo su mano
apartado toda la harina de la cabeza de aquel tipo. -Jaja, tienes más
de la que pensaba
-Me vas a hacer
estornudar- Se estaba dejando despeinar por Hana, jamás toleraría
que una mujer lo tocara como si fuera un animal pero con ella era
todo distinto... Su simple toque...
-Te lo tienes
merecido- Seguía agitando el pelo de Jin Ki pero se dio cuenta de
algo en el rostro de este. Paró en seco y sacó sus dedos de entre
los cabellos del joven. -Espera ¿Eso te lo he hecho yo?
-¿Eh? ¡Ah! No,
fue al intentar recoger todo esto- Aclaró el joven al ver que se
refería al pequeño corte en su pómulo. -Ese animal... No he podido
sacarlo de aquí, lo siento por eso también
-¡¿Nano?! No te
preocupes, es nuestra mascota. El vive aquí- Se encontraba señalando
al gato que aún andaba por la encimera. La cara de Jin Ki se relajó
aunque no le hacía mucha gracia tener a ese animal cerca de él. La
muchacha se tomó el atrevimiento de tocar su mejilla y girarla para
ver mejor aquella pequeña herida. Jin Ki agarró su muñeca
suavemente. Los ojos de Hana se abrieron ante la sorpresiva respuesta
del hombre ya que ahora también la estaba mirando fijamente ¿Por
qué estaba actuando así? Tenía una sensación demasiado extraña
que no quería descubrir. Quiso girar su rostro para romper el
contacto visual pero esa misma sensación la hizo mantener su mirada
en esos ojos. Su rostro se acercaba al suyo. Demasiado cerca, ya no
podía escapar... Ya no quería escapar...
¡Gruum! El rugido
del estomago de Jin Ki desvió cualquier intención tanto por su
parte como por la de Hana. Esta tapó su boca para redimir una
carcajada pero no pudo contener la siguiente. Jin Ki por su parte
soltó la muñeca de ella y sonrió sin más.
-Ahora que recuerdo
fue el hambre lo que me llevó a esto...- Analizó con agudeza aquel
tipo que ahora maldecía a su estómago por rugir en un momento tan
inoportuno. Con cuidado y ayudando también a Hana se levantó de
aquel suelo repleto de harina.
-¡Dios mio! ¡Desde
que estás aquí no has comido nada! Si me descuido casi me llevo por
delante dos vidas... Jin Ki, Nano... Lo siento- La joven se disculpó
inclinando su cuerpo unos noventa grados en señal de total respeto
pero su rostro detonaba su falsa seriedad. -Animalitos... Se me
olvidó daros de comer- Jin Ki detectó la burla de la mujer a lo que
respondió con una mirada fulminante y cruzando sus brazos en el
pecho.
Hana terminó de
cocinar, Jin Ki había seguido sus pasos detenidamente. No quería
perderse nada, la curiosidad era un don en él y jamás rechazaría
la oportunidad de saber más sobre todas y cada una de las cosas
nuevas que iba descubriendo en aquel lugar.
-Sólo pruébalo...
Es lo único que tengo ahora, a Onew nunca le ha gustado por lo que
siempre hay de sobra... Espero que te guste, solo en eso espero que
no seas igual a él...- Esa última frase fue en un tono demasiado
suave para que Jin Ki la escuchara, algo que agradeció, no quería
dar ninguna explicación.
-¡Dios! ¿Qué es
esto?- Sus ojos estaban desorbitados eso asustó un poco a Hana.
-¿Por qué? ¿No
te gusta?- No quería oír la triste realidad de ver que hasta en el
gusto eran iguales, su mirada de ensombreció un poco.
-No, no me gusta...
¡Me fascina! ¿Qué es?- Sonreía sin dejar de comer. Jamás
pensaría estar comiendo como Sung Hyo pero el hambre lo hacía
devorar como loco el plato ofrecido por la muchacha segundos antes.
-Pollo, es pollo
frito- La sonrisa de la mujer consiguió dejar al joven helado. La
había visto reír, llorar y enfadarse pero esa sonrisa de felicidad
era una parte nueva de ella. Pensó que había descubierto todas las
caras de Hana, se equivocaba enormemente. Una corriente eléctrica
surcó toda su espina dorsal ¿Qué le estaba pasando con esa mujer?
Por andar en su ensoñación el muslo que estaba arrebañando
segundos antes cayó al plato. Tragó saliva e intento disimular todo
aquello.
-Eh... De donde
vengo se hace de otra manera pero esto es... Esta delicioso ¡Me
encanta! Gracias- Volvió a centrarse en la comida no sin antes
mirarla de nuevo. Imploraba que jamás dejara de sonreír así, solo
verla lo estaba llevando al cielo.
No podía creer que
un simple detalle la hiciera tan feliz, algo como eso la liberaría
de verse forzada a recordar a Onew. Quería dejar de sonreír como
una estúpida pero verlo comer con tanta devoción le causaba
demasiada dulzura. Se encontraba sentada enfrente de él mirándolo
como una boba. De pronto un recuerdo feliz con Onew se cruzó por sus
pensamientos “Hana ¿Ni siquiera con esto puedes dejar de pensar en
él?” Carraspeó y corrió hacia el fregadero. Abrió el grifo para
poder echarse un poco de agua y aclarar sus ideas. Se estaba
volviendo loca.
-¿Te ocurre
algo?-La siguió con la mirada hasta donde estaba ahora, al ver que
lavaba su cara con agua intuyó que algo no iba bien.
-Eh... Nada, On...-
Tapó su boca con una mano, el nombre de Onew casi sale de su boca.
El hecho de vincular ese momento de felicidad con su ex-prometido la
hacia sentir miserable. Con todo el daño que le había hecho todo
este tiempo y aún su nombre salía a flote en esos momentos. Jin Ki
no tenía la culpa pero cada vez que lo miraba su mente la
traicionaba confundiéndolo con Onew. Tan idénticos y a la vez tan
diferentes. Odiaba desear que la persona que tenía en frente fuera
él en vez de ese desconocido, esa actitud infantil, gentil y a veces
irritable de Jin Ki... Si tan solo pudiera implantarla de alguna
manera en el hombre que amaba...
-Jin Ki, soy Jin
Ki- Su tono sonó un tanto triste, aquel estúpido nombre volvió a
estropear el ambiente. Pero tenía que conseguir que esa sonrisa
volviera a los labios de Hana así que decidió seguir hablando.
-¿Sabes? Siempre he odiado mi nombre pero por alguna extraña razón
en este lugar no hago otra cosa más que repetírtelo- Ese dato
curioso lo hizo sonreír cuando pudo ver como su objetivo se cumplía.
Hana estaba esbozando una ligera mueca de agrado.
-Bueno, por
desgracia si haces otras cosas... Como por ejemplo: Destrozarme la
casa- Lucía ahora una sonrisa torcida sin llegar a reírse. Miró al
hombre que ahora tenía a su lado con un puchero irresistible.
Después de estar
varias horas limpiando el estropicio tanto de la cocina como del
salón Hana llamó a un técnico y un fontanero. Hana ordenó a Jin
Ki que no saliera de la habitación de invitados mientras aquellos
trabajadores arreglaban o intentaban componer lo descompuesto. La
tubería fue reparada sin ningún problema pero la televisión había
muerto por lo que debía comprar otra. Envió varias miradas
fulminantes al cuarto donde se encontraba el causante de todo aquel
destrozo.
-Hasta que no
descubramos como llevarte de vuelta a tu tiempo mejor quédate en
este cuarto... Ya veré como retraso el día de regreso de Onew si es
que hasta ese entonces aún no encontramos ninguna solución. Ahora
necesito dormir, mañana vuelvo al trabajo... ¡Ah! Y por favor, no
toques nada mientras no estoy ¿Sería mucho pedir?- Hana se
encontraba en la entrada de la habitación que sería de Jin Ki hasta
que encontraran la forma de regresarlo a su hogar. La noche pasó
tranquilamente para ambos en sus respectivas habitaciones. Hana sin
ningún sueño perturbador y Jin Ki sin destrozar nada.
---
-¡Hana! Ya están
aquí... Si quieres te sustituyo hoy, no tengo problema...- Jessy
apareció de entre las puertas correderas de aquel estudio de
grabación. Hana ya estaba preparando todo para la canción que
arreglarían hoy, había madrugado más de lo normal no sin antes
haberle dado varias indicaciones a su ahora compañero de piso.
-Jessy, es mi
trabajo... No mezclaré mis problemas personales con esto. Ante todo
soy profesional- La miraba con rudeza y seguridad. Tener que
encontrarse con Onew en el trabajo la acongojaba un poco pero estaba
dispuesta a cumplir fielmente con sus deberes laborales.
-¡Wow! ¡Así se
habla! No veía a esta Hana desde hace tiempo. Te quiero amiga- La
abrazó pero sonó su teléfono. Jessy era la coordinadora
espectáculos en la compañía, recibía numerosas llamadas con
ofertas y contratos. Después de escucharla balbucear algo sobre un
trabajo conjunto que no le terminaba de convencer, la vio agitar su
mano para despedirse yéndose, bastante apurada, por donde había
venido. La hizo sonreír mientras colocaba un par de partituras en
encima del mezclador.
-¡Oye! ¡Al final
has venido! ¿No estabas enferma?- Era la voz del director de audio.
Entró seguido de Jonghyun, Key, Minho y Taemin. Por un momento Hana
agradeció no ver a Onew pero segundos después apareció por
aquellas puertas. Sus ojos se agrandaron al verla allí. Nunca pensó
que tuviera fuerzas de volver al trabajo tan pronto, y menos de la
forma en la que estaba. Rígida pero con una actitud bastante activa.
Hana lo miro afligida pero tragó saliva para responder atónita a lo
que escuchaba.
-¿Enferma? Por
supuesto que no- Seguro que aquello lo habría inventado Onew
creyendo su total destrucción por dejarla como la dejó pero no iba
a darle el gusto y mucho menos arriesgarse a perder su trabajo. Lo
amaba y al mirarlo volvería a caer si el se lo pidiera pero su
orgullo ahora debía prevalecer. Tenía que demostrarle que podía
seguir sin él aunque fuera imposible. La mano de Onew tirando
fuertemente de su brazo hacia afuera de aquel estudio la alejó de
cualquier pensamiento.
-¿Qué demonios
haces aquí? Tú no deberías estar aquí- Casi la aplasta contra la
pared de un golpe, posó sus manos en ella, a cada lado de la cabeza
de Hana.
-Pues aquí estoy,
para los demás seguimos siendo prometidos. Tu mismo lo dijiste ¿Así
disimulas?- Se sentía intimidada por estar atrapada en la posición
de Onew pero aun así debía mostrar su fuerza y lo dispuesta que
estaba a seguir adelante. Igualmente estar tan cerca de él la
tentaba a abrazarlo y besarlo como si nada hubiera pasado. No, él la
había subestimado y debía demostrárselo.
-No, no puedo estar
aquí contigo ¡Imposible! ¡Lárgate!- Aun gritando su cuerpo se
acercaba más al de Hana. Aunque lo veía bastante furioso ella solo
podía pensar en la proximidad de ambos. “¡Maldición Hana no
cedas!” se reprochó furiosamente mientras cerraba sus ojos.
-¡No! Onew no iré
a ningún lado, estoy donde debo estar. Ahora aparta y déjame
trabajar- Los ojos de Onew se abrieron de par en par ¿Qué haría
ahora que Hana lo había enfrentado así?

A través del tiempo by Laura Ramírez Patarro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://www.facebook.com/media/set/?set=a.477299068982080.111688.383825261662795&type=3.
Permissions beyond the scope of this license may be available at https://www.facebook.com/LaCulturaKPopYJPop.
Creado a partir de la obra en https://www.facebook.com/media/set/?set=a.477299068982080.111688.383825261662795&type=3.
Permissions beyond the scope of this license may be available at https://www.facebook.com/LaCulturaKPopYJPop.
No hay comentarios:
Publicar un comentario