sábado, 25 de enero de 2014

Los hijos del Kraken XVIII

Antes que nada comenzaré con lo que os avisé, en la cabecera de todas las entradas aparecerá esta explicación para quede claro todos los puntos a los que están sometidas las licencias de mis escritos.


Reconocimiento – NoComercial – SinObraDerivada (by-nc-nd):
 No se permite un uso comercial de la obra original ni la generación de obras derivadas.
Como bien explica:

 
  • 1º No se puede sacar dinero de ella, ya que es mía y hecha sin fines lucrativos. 
  • 2º No se pueden hacer adaptaciones de ningún tipo sin el consentimiento del autor, o sea, yo. Una adaptación es toda aquella que tenga similitudes con la historia original en un 80% o la trama sea la misma. En caso de ambas es directamente un plagio.
  • 3º No se puede compartir la obra o fragmentos de la misma sin los créditos pertinentes, sobretodo sin siquiera avisar al autor.

 
    El contenido de este blog está sujeto a esta licencia. Todas las historias de ficción que aquí muestro son totalmente inventadas por mí -Laura Ramírez Patarro-, los personajes reales que aparecen en ellos son varios idols del kpop y por tanto no son míos y se pertenecen a sí mismos. Todo lo que ocurra en estas historias es ficticio (a parte de las características físicas de los personajes reales que aparecen en ella), cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
    Aclarado esto, la entrada comienza ahora mismo...



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    Aquí estoy de nuevo con la cuarta parte de la maratón. El capítulo 18 de Los hijos del Kraken.
    Como no veo comentarios me deprimo pero no sé, tengo ilusión por seguir hasta el final y ver como sólo una persona como Carla pierde un minutillo en dejarme su preciado comentario. Sí, un comentario lo aprecio tanto como lo que escribo así que, por favor, no os cuesta nada decirme qué tan va la maratón. He estado días casi sin dormir por terminar, pensaba que la gente estaría igual de emocionada que yo pero me he equivocado >< da igual. A todas esas lectoras fantasmas... espero que os esté gustando ^^






    Capítulo 18: La verdad detrás de la venganza

    Yonghwa la vio casi correr fuera del patio principal. Algo estaba pasando y quizás tenía mucho que ver con él. Oh sí, en su interior sabía perfectamente lo que podía ser pero aquello debía terminar tarde o temprano, y de cualquier forma. Aunque ambos salieran totalmente destrozados de allí.

    Terminó la canción que fueron a promocionar y, después de dejar su guitarra a buen recaudo corrió hacia donde Lara había desaparecido. Saltó del escenario por la parte trasera intentando pasar desapercibido y que el público no se percatara de la verdadera situación. Fue lo más difícil pero le daba igual, lo importante era llegar hasta Lara costara lo que costase.

    -¿Lara?- Preguntó al llegar al desolado patio trasero.


    Sus ojos se clavaron en la caravana que estaba justo en el medio, era bastante grande y no escuchaba ningún ruido tosco que viniera de su interior, por lo que decidió ir con cautela, tanteando el terreno y mirando a su alrededor mientras avanzaba. Justo cuando llegaba a la parte de atrás del vehículo tuvo que retroceder, unos pasos le indicaron que alguien salía. Con pasmosa agilidad esquivó el golpe de la puerta que se abría en esos momentos y se escondió en la esquila lateral derecha pero sabía que no era suficiente, así que mientras pensaba en un nuevo plan se detuvo a escuchar atentamente, esa persona que retrocedía iba seguida de otra. Cuando la puerta chocó con la superficie trasera del vehículo pudo ver de quienes se trataban y la situación que se le presentaba.

    -¿Por qué? ¿Por qué la gente que me importa no valora lo que hago por ella? ¿Por qué, TÚ, Lara me traicionas de esta manera?-

    El Kraken apuntaba con una pistola la frente de Lara y esta retrocedía sin poder desprenderse de la presión que Jae Hyuk ejercía en ella. Los ojos de Yonghwa se abrieron completamente y no lo pensó: fue hacia ellos creyendo que iba a coger desprevenido al enemigo, sin embargo, esa misma pistola giró tremendamente rápido hasta apuntarlo a él. Tuvo que parar en seco al sentir el frío en su frente. Lara no se alivió en lo absoluto, Yonghwa podía morir. Contuvo el aliento y tragó saliva cuando su ex-jefe se acercó aún más al músico.

    -Lara, te presento al Seeker- Lara abrió sus ojos totalmente. Yonghwa no se inmutó.

    Aunque se sentía traicionada por el joven, algo dentro de ella le decía, le avisaba, que la estrategia de Yonghwa al ocultarse tras la identidad del Seeker tenía como origen una razón contundente. Esa que, por miedo a caer en un sin sentido, no quiso preguntar cuando tuvo ocasión. Lamentablemente, y con todo el dolor que le supusiera, estaba dispuesta a escucharla ahora, cuanto antes. Deseaba que la verdad jugara frente a ella por una vez en su vida, por muy dañina que fuera.

    -Con todo lo que he hecho por ti, Lara- Se dirigió a esta sin apartar el arma de la frente del muchacho. -Y por este metomentodo me traicionas, por alguien que te ha ocultado su identidad tan descaradamente- Sus ojos se encontraron. Tanto Jae Hyuk como Yonghwa desprendían odio por el que tenían enfrente. -He intentado asustarte muchacho, y aún así has seguido metiendo las narices donde no debías, incluso has hecho que Lara me vea como su enemigo- La voz del Kraken salía tranquila, demasiado. No obstante, en su tono había una rabia infinita por perder a su más preciado soldado: Lara.

    Los recuerdos fluyeron por las mentes de aquellos dos jóvenes. Los atentados que habían sufrido, las balas que recibían sin estar destinadas a matarlos, simplemente a asustarlos. Ahora todo encajaba. El Kraken lo había orquestado todo mientras se preparaba para algo mayor. Había quitado del medio a Lara para que su conciencia -aún ingenua- no le pidiera detenerse. También se atrevió a poner en riesgo a su hija para encubrir su farsa. No podía ser, ambos quedaron anonadados, sin saber la razón por la que un hombre como Jae Hyuk hacía tales barbaridades y aún tenía excusas suficientes para su comportamiento. Era un monstruo, estaba claro. Aunque Yonghwa tenía que añadir la atrocidad más dolorosa, el inicio de esa cruel venganza. Lara quizás no lo soportaría pero ya era hora de que supiera la verdad, su verdad.

    -Tú sólo la has alejado de ti, tú y tus mentiras. No has hecho más que mentirle- Ahora o nunca. Yonghwa sabía que lo que estaba por decir podría acabar con la cordura de Lara pero necesitaba, debía, hacérselo saber: -Tú mataste a sus padres-

    -¡¿Qué?!- Como temió, la mirada de la muchacha se clavó en él. Le preguntaba también con esos ojos oscuros qué era lo que acababa de pronunciar.

    -¡¡Cállate hijo de...!!- El Kraken fue interrumpido por Lara. Esta se había interpuesto entre los dos hombres, de cara al mayor. -Lara...-

    -Hoy sabré toda la verdad. Después, si quieres, nos matas a ambos; pero por una vez en mi vida quiero escuchar la verdad- Sorprendentemente, y luego de creer que Jae Hyuk iba a vaciar el cargador en sus cráneos, vieron como este bajaba el arma, por lo que Yonghwa prosiguió.

    -También mató al mío Lara, por eso me convertí en el Seeker- Ella no se inmutó, seguía de espaldas a él intentando ordenar su mente para poder soportar lo que venía.

    >>Después de saber que mi padre había sido asesinado quise encontrar al culpable. Lo que nunca me imaginé es que era sólo uno de muchos. Que todo formaba parte de la maquiavélica venganza de este hombre, y me propuse destruirlo. The Seeker me abrió muchas puertas; tantas que, a veces, me daba miedo continuar. Llegué a plantearme mi retirada muchas veces, hasta que llegaste tú como mi supuesta guardaespaldas. Supe de tu identidad en aquel primer enfrentamiento en la comisaría ¿lo recuerdas?- Claro que lo recordaba, la había reconocido por una parte de su cuerpo que al parecer le fascinaba. -Te investigué y di con tu pasado, doloroso igual que el mío. Gracias a los contactos de Jonghyun descubrí que tus padres habían muerto en un incendio en el granero de la familia Park, tu familia. Supuestamente era un accidente pero no fue así, se sospechaba que habían sufrido un atentado. Tu padre era uno de los protegidos del señor Kwon, no hace falta echarle mucha imaginación para dar con el que provocó aquel “accidente” en el granero- Lara seguía inmóvil y Yonghwa quería saber a ciencia cierta si estaba llevándolo bien o comenzaba a derrumbarse por dentro. La vio mover su cabeza, como indicando que prosiguiera y así lo hizo. -Lo que no me cuadraba el hecho de que trabajaras para el verdugo de tus padres, así qué indagué aún más. Fue entonces cuando di con la razón de todo. Terminó con la mayoría de sus hermanos y quiso proseguir la venganza con sus hijos. Los arrancó de los brazos de sus madres y los convirtió en sus secuaces, en “Los hijos del Kraken”.

    Lara casi cayó sobre sus rodillas por la impresión. Quería mantenerse fuerte pero su cuerpo flaqueaba por momentos. Una cosa era que la venganza del Kraken comenzara por un ajuste de cuentas a los que traicionaron a su padre convirtiéndose así en el monstruo que era y algo bien distinto es que el inicio de esa maldita venganza fuera la muerte de sus padres. Que por lo que luchó y fue entrenada llegara a ser una mentira, la hacía querer desaparecer en ese instante. Justamente había estado siguiendo y sirviendo al verdugo de sus padres. Dios mío.

    -Esos desgraciados obtuvieron lo que se merecían- Replicó Jae Hyuk sin percatarse del estado de Lara.

    >>Mi padre les dio todo lo que tenía y se lo pagaron con traición. Yo sólo les mostré lo que se hace cuando abandonan al que les dio la vida, al que les dio una posición privilegiada en esta sociedad de mierda. Simplemente quise que probaran lo que mi padre sentía antes de pegarse un balazo por la boca. La desolación que le provocaron para que se quitase la vida. Nunca supieron ver los que hacía por ellos, incluso nos dejó de lado a Bi Hyuk y a mí ¡sus verdaderos hijos! ¡Sus hijos de sangre! Los que jamás lo traicionarían. El pobre Bi Hyuk era demasiado inocente, aún ahora veo su ceguera intentando detenerme, no lo comprendió nunca. Después de hacer lo que debía una idea cruzó mi mente ¿y si repetía la misma obra de mi padre? ¿Y si acogía a esos niños ahora huérfanos y les enseñaba a ser útiles, a ser fieles a una causa? Por supuesto, no iba a cometer el error de mi padre, no iba a dejarles ser débiles. Los hice fuertes e inmunes, así aprenderían lo que sus padres no aprendieron. Además les ofrecí una vida mejor, dónde decidieran por si solos su destino. Así no corrían el riesgo de ser igual que sus padres: desagradecidos y traidores... Vulnerables a mí, bajo mi protección, les hago ver la cruda realidad. No se puede confiar en nadie.

    Lara tragó fuertemente y preguntó lo que aún no le cabía en la cabeza. Bien que, dentro de esa cabeza retorcida, había razones para acabar con “sus hermanos” pero ¿y su madre? ¿Qué había hecho su madre para merecer morir?

    -¿Y ella? ¿Y mi madre, Jae Hyuk?- La mueca del susodicho cambió por completo. Un aura de arrepentimiento se asomaba por ella. Yonghwa captó la diferencia y supo que quizás había algo más detrás de la muerte de esa mujer. -Si te jactas de decir que lo hacías por un bien común ¿por qué mi madre, por qué la mataste a ella también?- Las lágrimas luchaban por salir y Lara por detenerlas.

    -Eso fue un accidente, ¡un maldito fallo! Si ella...- Titubeó por vez primera. Sus ojos se disculpaban, sinceramente, con la muchacha. -Lara, yo jamás... Nunca habría matado a tu madre, ella no debió estar allí, con esos traidores. Ella no me escuchó, decidió erróneamente volver con tu padre e intentar resolver las cosas- Increíblemente, el Kraken, estaba llorando. -Si pudiera retroceder el tiempo, si pudiera... ¡La que debía morir allí era la zorra de tu madre, Yonghwa!-

    Entonces volvió a su seguridad inicial, a la que le daba el control absoluto. De nuevo, apuntó con su pistola a Yonghwa, justo por encima del hombro de Lara. La muchacha tuvo el impulso de protegerlo pero algo los hizo cerrar los ojos. Eran granadas cegadoras, infinidad de ellas. Yonghwa se agachó hacia delante y atrapó a la joven debajo de él. Hasta que no supieran qué estaba pasando era mejor prevenir.

    -Si ellos no hubieran traicionado a mi padre, si ese cabrón no la hubiera engañado ella estaría viva, Lara- Escucharon decir al Kraken antes de notar como todo se inundaba de ruido y gritos por todas partes.

    Se había esfumado, como otras tantas veces. El escurridizo Kraken se les había escapado. Sin embargo, esos dos jóvenes habían escarbado un lugar al que nadie antes había llegado: El interior tormentoso de aquel monstruo. ¿Podía ayudarles aquel hallazgo a detenerlo? En esos momentos les daba igual. La verdad había sido demasiado dolorosa como para plantearse otro cara a cara antes de prepararse para ello. Necesitaban recuperarse, encontrar un equilibrio en la verdad recién revelada antes de enfrentarse de nuevo a él.

    Lara sintió el tirón de una mano alrededor de su muñeca. Entre el humo y la gente corriendo notó que esa persona la salvaba de ser vista, al fin y al cabo seguía siendo una fugitiva. Sin embargo, su atuendo chocaba con los que se cruzaba y le era imposible pasar desapercibida. Intentaba taparse el rostro mientras seguía el ritmo de su guía, a veces sentía la necesidad de disculparse con los que topaba, pero todo era un descontrol absoluto, no había cabida para nimiedades.

    -¡Por aquí!-

    Era la voz de Yonghwa un poco lejana entre la multitud, estaba segura, por lo que dedujo quien tiraba de ella: Jonghyun. De nuevo la zarandeó, y los dirigió hacia el cantante. Lara aún seguía en shock como para pensar demasiado en lo ocurrido y en lo que estaba ocurriendo así que se dejaba llevar sin más.

    El castaño los esperaba en una bocacalle justo enfrente del recito de donde habían salido. Al llegar, Yonghwa se dirigió a Lara y la examinó, sabía que estaba tocada así que no preguntó ni siquiera por su estado. Vio que no estaba herida y se conformó con eso. Jonghyun se acercó lo bastante para esperar por el plan que su compañero estaba por decirle y, entre el jaleo, pudo escucharlo.

    -Creo que tengo el sitio perfecto. El estudio de grabación- Propuso el líder.

    -¿Estás seguro?- Le cuestionó Jonghyun.

    -A nadie se ocurrirá pensar en un estudio de grabación como escondite para una fugitiva ¿o sí?-

    Jonghyun no puso objeción alguna, no había de otra y, como Yonghwa decía, el estudio de grabación podía ser seguro mientras maquinaban qué hacer. Lo que sí estaba temiendo era el camino hasta llegar allí, debían ser minuciosos y asegurarse que nadie los avistaba. Lara debía estar con ellos y no tras las rejas, era inocente, lo tenían claro. Pero lo más importante era recaudar pruebas para inculpar al Kraken, detenerlo y que no cumpliera su objetivo. Sin Lara seguramente, sería algo imposible.

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    -¿Cómo vas Lara?- Le preguntó Yonghwa mientras le ofrecía una taza cargada de café. Ella la aceptó sin ganas.

    Ya estaban en el estudio, Jonghyun había ido a por un par de mantas que siempre guardaban en los vestuarios y que les servirían a Lara para pasar una noche no tan incómoda. También se había desprendido ya de aquel disfraz y lucía una camiseta de tirantes blancas y unos vaqueros oscuros. Al entrar ella pudo apreciar la brillantez que desprendía el lugar. Los instrumentos, los mezcladores, todo la envolvió y por un segundo la hizo olvidar la situación. Sobretodo como aquella guitarra destrozada que le llamó la atención por unos segundos consiguió alejarla de pensamientos dañinos.

    -Digamos que... tirando- Dijo con una sonrisa ladina. Era experta en fingir cuando estaba destrozada por dentro.

    -Digamos que yo también, tirando- Ambos sonrieron tristemente.

    -Entiendo tu postura, entiendo que lucharas por vengar la muerte de tu padre y crearas al Seeker. Pero... ¿por qué no, sabiendo que trabajaba para el Kraken, te deshiciste de mí sin más?- Necesitaba saberlo, una parte de ella lo pedía a gritos.

    -No soy como ese monstruo. Además, me di cuenta que eras importante para él, te usé. Lo siento por eso- Ella lo comprendió. -Aunque tú lo hiciste conmigo, así que estamos en paz- Rieron. Tenía razón, irónicamente se habían usado vilmente, Lara sólo asintió bajando la cabeza y tomando un sorbo del café. -Ahora yo te pregunto- Ella se giró a él para mirarlo expectante. -¿Aún con todo el odio que me tenías, y me tienes, porqué me protegiste como si de verdad fueras mi guardaespaldas?- Pensaba que la muchacha se encogería de hombros omitiendo su respuesta. No fue así.

    -Era parte de mi misión. Seré lo que sea pero soy la mejor en mi trabajo, como tú actuando. Lo del Seeker ha sido una jugada magnífica, me la has colado. Debo reconocer que no me lo esperaba- Admitió ella, Yonghwa sonrió.

    -Debía actuar bien mi papel de imbécil- Ambos volvieron a reír.

    Ella prosiguió. -En un principio no lo hubiera hecho, yo realmente te odiaba. Te dejado matar por ese francotirador la primera vez que nos encontramos. Pero descubrí unos papeles en tu habitación que me llevaron a la conclusión de que eras inocente o que falsificabas increíblemente bien los documentos. También, el odio se volvió en mi contra y, poco a poco, vi que un imbécil como tú era incapaz de matar a una mosca, omitiendo al Seeker claro, y que debías seguir viviendo tu vida junto a tu madre, a tu familia y a tus fans. Ahí fuera he estado a punto de mandarlo todo a la mierda, no obstante, necesito hacer justicia por fin, tener la vida que ese desgraciado me ha quitado. Nos ha quitado, porque los chicos deben darse cuenta de que se han criado con mentiras y que esos ideales tienen la peor base posible: La venganza indiscriminada a sus propios progenitores, ¡a los que le dieron la vida! Dios, es decirlo en voz alta y un escalofrío recorre mi espalda- Se movió incómoda en el sofá donde estaban sentados. -¡Hemos sido juguetes de ese cabrón y lo hemos tratado como a un padre! ¡Qué estúpido si se mira de esa forma! ¡Que ciegos hemos estado!- Soltó la taza en el suelo y se tapó la cara con las manos.

    Las lágrimas ya corrían por sus mejillas, era la primera vez que lloraba delante de alguien. A decir verdad, era la primera vez en mucho tiempo. Jonghyun sí tuvo la desgracia de verla en ese estado, pero aquello ni se le comparaba a lo que ahora le producía el llanto.

    Los brazos de Yonghwa la rodearon fraternalmente, demasiado. Se sintió protegida, tanto que olvidó por un instante que todo el mundo la quería muerta. Menos ese hombre que la estrechaba contra él. No supo porqué ni cómo llegó a planteárselo pero deseó besarlo sin importarle el motivo que la llevaba a eso ¿tristeza? ¿desesperación? ¿olvidarlo todo? Notó los pulgares masculinos limpiar sus mejillas y fue entonces cuando buscó consuelo en ese beso. Él la rechazó.

    -Lara, yo...- Se levantó, seguido de la susodicha.

    -Ohh... lo siento- Le dio la espalda, no soportaba la situación y saberse tan obvia. -En realidad...- Quizás había malinterpretado las señales. Se sentía avergonzada, además de terriblemente confundida. -Lo siento- Se giró para enfrentarlo ya segura de si misma.

    -No. Yo lo siento- Se sobó la coronilla con fuerza y sus pelos se despeinaron por completo. -Es que... ¿Recuerdas el mini-concierto?-

    -Sí- Comenzaba a molestarse. Lo que ocurrió ese día no fue agradable para nadie.

    -¿Recuerdas cuando entró mi madre cuando nosotros... ya sabes?-

    -¡Sí! ¡Al grano!- Gritó irritada.

    -¿Recuerdas la última frase que el Kraken nos ha dicho antes de irse?-

    -Qué...-

    Lara rebuscó en su mente. “Si ellos no hubieran traicionado a mi padre, si ese cabrón no la hubiera engañado ella estaría viva, Lara” había dicho Jae Hyuk antes de desaparecer. Entonces asintió para que Yonghwa terminara su revelación.

    -Tu padre engañó a tu madre, con la mía- No. Eso no podía, no debía ser verdad. Rezaba sin ser creyente para que Yonghwa no dijera lo que estaba temiendo. -Lara, somos hermanos-






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