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Aclarado esto, la entrada comienza ahora mismo...
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Aquí estoy de nuevo con la cuarta parte de la maratón. El capítulo 18 de Los hijos del Kraken.
Como no veo comentarios me deprimo pero no sé, tengo ilusión por seguir hasta el final y ver como sólo una persona como Carla pierde un minutillo en dejarme su preciado comentario. Sí, un comentario lo aprecio tanto como lo que escribo así que, por favor, no os cuesta nada decirme qué tan va la maratón. He estado días casi sin dormir por terminar, pensaba que la gente estaría igual de emocionada que yo pero me he equivocado >< da igual. A todas esas lectoras fantasmas... espero que os esté gustando ^^
Capítulo 18: La verdad detrás de la venganza
Yonghwa la vio casi
correr fuera del patio principal. Algo estaba pasando y quizás tenía
mucho que ver con él. Oh sí, en su interior sabía perfectamente lo
que podía ser pero aquello debía terminar tarde o temprano, y de
cualquier forma. Aunque ambos salieran totalmente destrozados de
allí.
Terminó la canción
que fueron a promocionar y, después de dejar su guitarra a buen
recaudo corrió hacia donde Lara había desaparecido. Saltó del
escenario por la parte trasera intentando pasar desapercibido y que
el público no se percatara de la verdadera situación. Fue lo más
difícil pero le daba igual, lo importante era llegar hasta Lara
costara lo que costase.
-¿Lara?- Preguntó
al llegar al desolado patio trasero.
Sus ojos se
clavaron en la caravana que estaba justo en el medio, era bastante
grande y no escuchaba ningún ruido tosco que viniera de su interior,
por lo que decidió ir con cautela, tanteando el terreno y mirando a
su alrededor mientras avanzaba. Justo cuando llegaba a la parte de
atrás del vehículo tuvo que retroceder, unos pasos le indicaron que
alguien salía. Con pasmosa agilidad esquivó el golpe de la puerta
que se abría en esos momentos y se escondió en la esquila lateral
derecha pero sabía que no era suficiente, así que mientras pensaba
en un nuevo plan se detuvo a escuchar atentamente, esa persona que
retrocedía iba seguida de otra. Cuando la puerta chocó con la
superficie trasera del vehículo pudo ver de quienes se trataban y la
situación que se le presentaba.
-¿Por qué? ¿Por
qué la gente que me importa no valora lo que hago por ella? ¿Por
qué, TÚ, Lara me traicionas de esta manera?-
El Kraken apuntaba
con una pistola la frente de Lara y esta retrocedía sin poder
desprenderse de la presión que Jae Hyuk ejercía en ella. Los ojos
de Yonghwa se abrieron completamente y no lo pensó: fue hacia ellos
creyendo que iba a coger desprevenido al enemigo, sin embargo, esa
misma pistola giró tremendamente rápido hasta apuntarlo a él. Tuvo
que parar en seco al sentir el frío en su frente. Lara no se alivió
en lo absoluto, Yonghwa podía morir. Contuvo el aliento y tragó
saliva cuando su ex-jefe se acercó aún más al músico.
-Lara, te presento
al Seeker- Lara abrió sus ojos totalmente. Yonghwa no se inmutó.
Aunque se sentía
traicionada por el joven, algo dentro de ella le decía, le avisaba,
que la estrategia de Yonghwa al ocultarse tras la identidad del
Seeker tenía como origen una razón contundente. Esa que, por miedo
a caer en un sin sentido, no quiso preguntar cuando tuvo ocasión.
Lamentablemente, y con todo el dolor que le supusiera, estaba
dispuesta a escucharla ahora, cuanto antes. Deseaba que la verdad
jugara frente a ella por una vez en su vida, por muy dañina que
fuera.
-Con todo lo que he
hecho por ti, Lara- Se dirigió a esta sin apartar el arma de la
frente del muchacho. -Y por este metomentodo me traicionas, por
alguien que te ha ocultado su identidad tan descaradamente- Sus ojos
se encontraron. Tanto Jae Hyuk como Yonghwa desprendían odio por el
que tenían enfrente. -He intentado asustarte muchacho, y aún así
has seguido metiendo las narices donde no debías, incluso has hecho
que Lara me vea como su enemigo- La voz del Kraken salía tranquila,
demasiado. No obstante, en su tono había una rabia infinita por
perder a su más preciado soldado: Lara.
Los recuerdos
fluyeron por las mentes de aquellos dos jóvenes. Los atentados que
habían sufrido, las balas que recibían sin estar destinadas a
matarlos, simplemente a asustarlos. Ahora todo encajaba. El Kraken lo
había orquestado todo mientras se preparaba para algo mayor. Había
quitado del medio a Lara para que su conciencia -aún ingenua- no le
pidiera detenerse. También se atrevió a poner en riesgo a su hija
para encubrir su farsa. No podía ser, ambos quedaron anonadados, sin
saber la razón por la que un hombre como Jae Hyuk hacía tales
barbaridades y aún tenía excusas suficientes para su
comportamiento. Era un monstruo, estaba claro. Aunque Yonghwa tenía
que añadir la atrocidad más dolorosa, el inicio de esa cruel
venganza. Lara quizás no lo soportaría pero ya era hora de que
supiera la verdad, su verdad.
-Tú sólo la has
alejado de ti, tú y tus mentiras. No has hecho más que mentirle-
Ahora o nunca. Yonghwa sabía que lo que estaba por decir podría
acabar con la cordura de Lara pero necesitaba, debía, hacérselo
saber: -Tú mataste a sus padres-
-¡¿Qué?!- Como
temió, la mirada de la muchacha se clavó en él. Le preguntaba
también con esos ojos oscuros qué era lo que acababa de pronunciar.
-¡¡Cállate hijo
de...!!- El Kraken fue interrumpido por Lara. Esta se había
interpuesto entre los dos hombres, de cara al mayor. -Lara...-
-Hoy sabré toda la
verdad. Después, si quieres, nos matas a ambos; pero por una vez en
mi vida quiero escuchar la verdad- Sorprendentemente, y luego de
creer que Jae Hyuk iba a vaciar el cargador en sus cráneos, vieron
como este bajaba el arma, por lo que Yonghwa prosiguió.
-También mató al
mío Lara, por eso me convertí en el Seeker- Ella no se inmutó,
seguía de espaldas a él intentando ordenar su mente para poder
soportar lo que venía.
>>Después de
saber que mi padre había sido asesinado quise encontrar al culpable.
Lo que nunca me imaginé es que era sólo uno de muchos. Que todo
formaba parte de la maquiavélica venganza de este hombre, y me
propuse destruirlo. The Seeker me abrió muchas puertas; tantas que,
a veces, me daba miedo continuar. Llegué a plantearme mi retirada
muchas veces, hasta que llegaste tú como mi supuesta guardaespaldas.
Supe de tu identidad en aquel primer enfrentamiento en la comisaría
¿lo recuerdas?- Claro que lo recordaba, la había reconocido por una
parte de su cuerpo que al parecer le fascinaba. -Te investigué y di
con tu pasado, doloroso igual que el mío. Gracias a los contactos de
Jonghyun descubrí que tus padres habían muerto en un incendio en el
granero de la familia Park, tu familia. Supuestamente era un
accidente pero no fue así, se sospechaba que habían sufrido un
atentado. Tu padre era uno de los protegidos del señor Kwon, no hace
falta echarle mucha imaginación para dar con el que provocó aquel
“accidente” en el granero- Lara seguía inmóvil y Yonghwa quería
saber a ciencia cierta si estaba llevándolo bien o comenzaba a
derrumbarse por dentro. La vio mover su cabeza, como indicando que
prosiguiera y así lo hizo. -Lo que no me cuadraba el hecho de que
trabajaras para el verdugo de tus padres, así qué indagué aún
más. Fue entonces cuando di con la razón de todo. Terminó con la
mayoría de sus hermanos y quiso proseguir la venganza con sus hijos.
Los arrancó de los brazos de sus madres y los convirtió en sus
secuaces, en “Los hijos del Kraken”.
Lara casi cayó
sobre sus rodillas por la impresión. Quería mantenerse fuerte pero
su cuerpo flaqueaba por momentos. Una cosa era que la venganza del
Kraken comenzara por un ajuste de cuentas a los que traicionaron a su
padre convirtiéndose así en el monstruo que era y algo bien
distinto es que el inicio de esa maldita venganza fuera la muerte de
sus padres. Que por lo que luchó y fue entrenada llegara a ser una
mentira, la hacía querer desaparecer en ese instante. Justamente
había estado siguiendo y sirviendo al verdugo de sus padres. Dios
mío.
-Esos desgraciados
obtuvieron lo que se merecían- Replicó Jae Hyuk sin percatarse del
estado de Lara.
>>Mi padre
les dio todo lo que tenía y se lo pagaron con traición. Yo sólo
les mostré lo que se hace cuando abandonan al que les dio la vida,
al que les dio una posición privilegiada en esta sociedad de mierda.
Simplemente quise que probaran lo que mi padre sentía antes de
pegarse un balazo por la boca. La desolación que le provocaron para
que se quitase la vida. Nunca supieron ver los que hacía por ellos,
incluso nos dejó de lado a Bi Hyuk y a mí ¡sus verdaderos hijos!
¡Sus hijos de sangre! Los que jamás lo traicionarían. El pobre Bi
Hyuk era demasiado inocente, aún ahora veo su ceguera intentando
detenerme, no lo comprendió nunca. Después de hacer lo que debía
una idea cruzó mi mente ¿y si repetía la misma obra de mi padre?
¿Y si acogía a esos niños ahora huérfanos y les enseñaba a ser
útiles, a ser fieles a una causa? Por supuesto, no iba a cometer el
error de mi padre, no iba a dejarles ser débiles. Los hice fuertes e
inmunes, así aprenderían lo que sus padres no aprendieron. Además
les ofrecí una vida mejor, dónde decidieran por si solos su
destino. Así no corrían el riesgo de ser igual que sus padres:
desagradecidos y traidores... Vulnerables a mí, bajo mi protección,
les hago ver la cruda realidad. No se puede confiar en nadie.
Lara tragó
fuertemente y preguntó lo que aún no le cabía en la cabeza. Bien
que, dentro de esa cabeza retorcida, había razones para acabar con
“sus hermanos” pero ¿y su madre? ¿Qué había hecho su madre
para merecer morir?
-¿Y ella? ¿Y mi
madre, Jae Hyuk?- La mueca del susodicho cambió por completo. Un
aura de arrepentimiento se asomaba por ella. Yonghwa captó la
diferencia y supo que quizás había algo más detrás de la muerte
de esa mujer. -Si te jactas de decir que lo hacías por un bien común
¿por qué mi madre, por qué la mataste a ella también?- Las
lágrimas luchaban por salir y Lara por detenerlas.
-Eso fue un
accidente, ¡un maldito fallo! Si ella...- Titubeó por vez primera.
Sus ojos se disculpaban, sinceramente, con la muchacha. -Lara, yo
jamás... Nunca habría matado a tu madre, ella no debió estar allí,
con esos traidores. Ella no me escuchó, decidió erróneamente
volver con tu padre e intentar resolver las cosas- Increíblemente,
el Kraken, estaba llorando. -Si pudiera retroceder el tiempo, si
pudiera... ¡La que debía morir allí era la zorra de tu madre,
Yonghwa!-
Entonces volvió a
su seguridad inicial, a la que le daba el control absoluto. De nuevo,
apuntó con su pistola a Yonghwa, justo por encima del hombro de
Lara. La muchacha tuvo el impulso de protegerlo pero algo los hizo
cerrar los ojos. Eran granadas cegadoras, infinidad de ellas. Yonghwa
se agachó hacia delante y atrapó a la joven debajo de él. Hasta
que no supieran qué estaba pasando era mejor prevenir.
-Si ellos no
hubieran traicionado a mi padre, si ese cabrón no la hubiera
engañado ella estaría viva, Lara- Escucharon decir al Kraken antes
de notar como todo se inundaba de ruido y gritos por todas partes.
Se había esfumado,
como otras tantas veces. El escurridizo Kraken se les había
escapado. Sin embargo, esos dos jóvenes habían escarbado un lugar
al que nadie antes había llegado: El interior tormentoso de aquel
monstruo. ¿Podía ayudarles aquel hallazgo a detenerlo? En esos
momentos les daba igual. La verdad había sido demasiado dolorosa
como para plantearse otro cara a cara antes de prepararse para ello.
Necesitaban recuperarse, encontrar un equilibrio en la verdad recién
revelada antes de enfrentarse de nuevo a él.
Lara sintió el
tirón de una mano alrededor de su muñeca. Entre el humo y la gente
corriendo notó que esa persona la salvaba de ser vista, al fin y al
cabo seguía siendo una fugitiva. Sin embargo, su atuendo chocaba con
los que se cruzaba y le era imposible pasar desapercibida. Intentaba
taparse el rostro mientras seguía el ritmo de su guía, a veces
sentía la necesidad de disculparse con los que topaba, pero todo era
un descontrol absoluto, no había cabida para nimiedades.
-¡Por aquí!-
Era la voz de
Yonghwa un poco lejana entre la multitud, estaba segura, por lo que
dedujo quien tiraba de ella: Jonghyun. De nuevo la zarandeó, y los
dirigió hacia el cantante. Lara aún seguía en shock como para
pensar demasiado en lo ocurrido y en lo que estaba ocurriendo así
que se dejaba llevar sin más.
El castaño los
esperaba en una bocacalle justo enfrente del recito de donde habían
salido. Al llegar, Yonghwa se dirigió a Lara y la examinó, sabía
que estaba tocada así que no preguntó ni siquiera por su estado.
Vio que no estaba herida y se conformó con eso. Jonghyun se acercó
lo bastante para esperar por el plan que su compañero estaba por
decirle y, entre el jaleo, pudo escucharlo.
-Creo que tengo el
sitio perfecto. El estudio de grabación- Propuso el líder.
-¿Estás seguro?-
Le cuestionó Jonghyun.
-A nadie se
ocurrirá pensar en un estudio de grabación como escondite para una
fugitiva ¿o sí?-
Jonghyun no puso
objeción alguna, no había de otra y, como Yonghwa decía, el
estudio de grabación podía ser seguro mientras maquinaban qué
hacer. Lo que sí estaba temiendo era el camino hasta llegar allí,
debían ser minuciosos y asegurarse que nadie los avistaba. Lara
debía estar con ellos y no tras las rejas, era inocente, lo tenían
claro. Pero lo más importante era recaudar pruebas para inculpar al
Kraken, detenerlo y que no cumpliera su objetivo. Sin Lara
seguramente, sería algo imposible.
---
-¿Cómo vas Lara?-
Le preguntó Yonghwa mientras le ofrecía una taza cargada de café.
Ella la aceptó sin ganas.
Ya estaban en el
estudio, Jonghyun había ido a por un par de mantas que siempre
guardaban en los vestuarios y que les servirían a Lara para pasar
una noche no tan incómoda. También se había desprendido ya de
aquel disfraz y lucía una camiseta de tirantes blancas y unos
vaqueros oscuros. Al entrar ella pudo apreciar la brillantez que
desprendía el lugar. Los instrumentos, los mezcladores, todo la
envolvió y por un segundo la hizo olvidar la situación. Sobretodo
como aquella guitarra destrozada que le llamó la atención por unos
segundos consiguió alejarla de pensamientos dañinos.
-Digamos que...
tirando- Dijo con una sonrisa ladina. Era experta en fingir cuando
estaba destrozada por dentro.
-Digamos que yo
también, tirando- Ambos sonrieron tristemente.
-Entiendo tu
postura, entiendo que lucharas por vengar la muerte de tu padre y
crearas al Seeker. Pero... ¿por qué no, sabiendo que trabajaba para
el Kraken, te deshiciste de mí sin más?- Necesitaba saberlo, una
parte de ella lo pedía a gritos.
-No soy como ese
monstruo. Además, me di cuenta que eras importante para él, te usé.
Lo siento por eso- Ella lo comprendió. -Aunque tú lo hiciste
conmigo, así que estamos en paz- Rieron. Tenía razón, irónicamente
se habían usado vilmente, Lara sólo asintió bajando la cabeza y
tomando un sorbo del café. -Ahora yo te pregunto- Ella se giró a él
para mirarlo expectante. -¿Aún con todo el odio que me tenías, y
me tienes, porqué me protegiste como si de verdad fueras mi
guardaespaldas?- Pensaba que la muchacha se encogería de hombros
omitiendo su respuesta. No fue así.
-Era parte de mi
misión. Seré lo que sea pero soy la mejor en mi trabajo, como tú
actuando. Lo del Seeker ha sido una jugada magnífica, me la has
colado. Debo reconocer que no me lo esperaba- Admitió ella, Yonghwa
sonrió.
-Debía actuar bien
mi papel de imbécil- Ambos volvieron a reír.
Ella prosiguió.
-En un principio no lo hubiera hecho, yo realmente te odiaba. Te
dejado matar por ese francotirador la primera vez que nos
encontramos. Pero descubrí unos papeles en tu habitación que me
llevaron a la conclusión de que eras inocente o que falsificabas
increíblemente bien los documentos. También, el odio se volvió en
mi contra y, poco a poco, vi que un imbécil como tú era incapaz de
matar a una mosca, omitiendo al Seeker claro, y que debías seguir
viviendo tu vida junto a tu madre, a tu familia y a tus fans. Ahí
fuera he estado a punto de mandarlo todo a la mierda, no obstante,
necesito hacer justicia por fin, tener la vida que ese desgraciado me
ha quitado. Nos ha quitado, porque los chicos deben darse cuenta de
que se han criado con mentiras y que esos ideales tienen la peor base
posible: La venganza indiscriminada a sus propios progenitores, ¡a
los que le dieron la vida! Dios, es decirlo en voz alta y un
escalofrío recorre mi espalda- Se movió incómoda en el sofá donde
estaban sentados. -¡Hemos sido juguetes de ese cabrón y lo hemos
tratado como a un padre! ¡Qué estúpido si se mira de esa forma!
¡Que ciegos hemos estado!- Soltó la taza en el suelo y se tapó la
cara con las manos.
Las lágrimas ya
corrían por sus mejillas, era la primera vez que lloraba delante de
alguien. A decir verdad, era la primera vez en mucho tiempo. Jonghyun
sí tuvo la desgracia de verla en ese estado, pero aquello ni se le
comparaba a lo que ahora le producía el llanto.
Los brazos de
Yonghwa la rodearon fraternalmente, demasiado. Se sintió protegida,
tanto que olvidó por un instante que todo el mundo la quería
muerta. Menos ese hombre que la estrechaba contra él. No supo porqué
ni cómo llegó a planteárselo pero deseó besarlo sin importarle el
motivo que la llevaba a eso ¿tristeza? ¿desesperación? ¿olvidarlo
todo? Notó los pulgares masculinos limpiar sus mejillas y fue
entonces cuando buscó consuelo en ese beso. Él la rechazó.
-Lara, yo...- Se
levantó, seguido de la susodicha.
-Ohh... lo siento-
Le dio la espalda, no soportaba la situación y saberse tan obvia.
-En realidad...- Quizás había malinterpretado las señales. Se
sentía avergonzada, además de terriblemente confundida. -Lo siento-
Se giró para enfrentarlo ya segura de si misma.
-No. Yo lo siento-
Se sobó la coronilla con fuerza y sus pelos se despeinaron por
completo. -Es que... ¿Recuerdas el mini-concierto?-
-Sí- Comenzaba a
molestarse. Lo que ocurrió ese día no fue agradable para nadie.
-¿Recuerdas cuando
entró mi madre cuando nosotros... ya sabes?-
-¡Sí! ¡Al
grano!- Gritó irritada.
-¿Recuerdas la
última frase que el Kraken nos ha dicho antes de irse?-
-Qué...-
Lara rebuscó en su
mente. “Si ellos no hubieran traicionado a mi padre, si ese cabrón
no la hubiera engañado ella estaría viva, Lara” había dicho Jae
Hyuk antes de desaparecer. Entonces asintió para que Yonghwa
terminara su revelación.
-Tu padre engañó
a tu madre, con la mía- No. Eso no podía, no debía ser verdad.
Rezaba sin ser creyente para que Yonghwa no dijera lo que estaba
temiendo. -Lara, somos hermanos-
Los hijos del Kraken by Laura Ramírez Patarro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
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