lunes, 17 de junio de 2013

Los hijos del Kraken X

El capítulo diez por aquí...


Capítulo 9: ¿Amistad ante todo?




Capítulo 10: ¿Por qué?

El disparo se produjo, gritos y más gritos se escuchaban por alrededor. Sus ojos se cerraron sin saber si había cumplido en protegerlo. El perder la conciencia no la dejó sentir ningún tipo de dolor. ¿En realidad había salido herida? El golpe contra algo bastante duro hizo que viera las estrellas. ¿Y Yonghwa? ¿Qué había pasado con Yonghwa?

-¿Por qué...- No distinguió tan siquiera la voz que la hablaba entre tanto jaleo y caos. Lo que sí notó fue algo encima de ella, algo que parecía ser un cuerpo queriéndola proteger. ¿Qué demonios estaba pasando?

Segundos después todo fue negro y vacío para Lara.

Por primera vez, no lo pensó. Ni siquiera miró para quién iba dirigido ese disparo. No importaba nada más que la vida de Yonghwa ¿Por qué? ¿Por qué estaba arriesgando la suya por la persona que más debía odiar, que debía morir a sus manos? En ese momento su cuerpo había hablado, había decidido por ella. Maldición, desde cuándo se dejaba llevar por la debilidad. Sí, sólo era esa maldita debilidad. Esta se presentó en un momento demasiado inoportuno, aquel día donde comenzó a dejar de pensar con claridad. El arrebato de Yonghwa al atreverse a besarla la había estado distrayendo de su cometido hasta ahora. Jamás se le presentó tal disyuntiva. Entendía que el pasado con Jonghyun pudiera confundirla un poco pero verse afectada por el maldito descendiente de los asesinos de sus padres la hacía sentirse terriblemente culpable. Y sin embargo, como una estúpida, no pensó dos veces abalanzarse hacia Yonghwa ante aquel láser sospechoso.

Entre sus lagunas pudo distinguir algo, los ojos de Yonghwa mirándola fijamente, antes de escuchar el disparo. Al llegar a él se había girado para quedar a espaldas del supuesto atacante y así protegerlo. Pero una fuerza repentina la volteó en sentido contrario, poniendo al muchacho en su antigua posición. Se vio forcejeando para recuperarla, entonces perdió el norte, sin saber si lo había conseguido o no.

Ahí el susurrado “¿Por qué?” y el estruendo que provocó el caos. Todo fue demasiado rápido, no entendía nada de lo que había pasado mientras que la lucidez le formulaba algunas preguntas ¿Fue Yonghwa quién forcejeó en su intento de salvaguardar su vida? ¿O su mente comenzaba a perderse entre tanta oscuridad? Quizás su locura la incitaba a declinarse a favor de Yonghwa. Sí, eso era. Maldita compasión, hacía muchos años se hubiera librado ella si no fuera por las dichosas palabras de Jonghyun. Este tenía tanto poder sobre Lara, sus consejos y lecciones aún eran importantes para ella. Siempre ponía en primer lugar esos principios que ahora parecían tan pesados... Necesitaba dejarlos atrás para avanzar en su venganza, con ellos a cuestas jamás podría acabar con la vida de ese maldito chico. Jung Yonghwa se cavaría su propia tumba si seguía adentrándose más, inconscientemente, en su interior. En cierto modo lo deseaba, deseaba que lo hiciera para poder tener una excusa y aniquilarlo sin contemplaciones. Sólo hacía falta tiempo, tiempo de meditar y olvidarse de cualquier obstáculo que impidiera seguir con su macabra misión.

Difícil sería cumplir con todo aquello al contemplar donde se encontraba y de quien estaba acompañada...

Se notó tumbada delicadamente en algo blando, una de sus manos era sostenida por otra ajena. Tembló al sentir lo que le producía la calidez de aquella extremidad. Al abrir los ojos vio una cabellera bastante poblada apoyada, a su lado izquierdo, en la cama. Descubrió de quién se trataba cuando el individuo ladeó su cabeza poniendo su rostro hacia ella. Yonghwa parecía estar completamente dormido sin dejar de sujetar con cierta fuerza su mano izquierda. Cualquier pensamiento negativo en ese instante se esfumó ¿Por qué se veía tan condenadamente atractivo incluso durmiendo? Sin reparos acarició delicadamente el rostro del hombre y sonrió al ver como hacía gestos raros, al parecer el pelo que se posaba en la frente le estaba haciendo cosquillas. Se lo apartó sin tan siquiera rozarle la piel. El otro quiso girar de nuevo su rostro pero chocó con los dedos femeninos. De pronto abrió sus ojos y la muchacha apartó su mano rápidamente disimulando haberse despertado recién. Pero ¿Qué demonios estaba haciendo? “¡Basta, maldita sea!” Se recriminó al verse completamente embobada ante ese tipo. No cabía lugar para sentimientos absurdos con aquel desgraciado, ya no más.

-¡Lara! ¡Por fin has despertado!- Al incorporarse, la joven pudo ver como su brazo derecho estaba entablillado. De nuevo, el muro tan duramente construido, caía a sus pies ¿De verdad había sido él quién forcejeo para recibir el disparo? ¿Estaba loco? Ese era su supuesto trabajo y no lo había hecho bien, al contrario, él había salido herido ¿Por qué? ¿Qué ganaba con protegerla?

-¿Por qué?- Preguntó sin más. Lo miró segura, esperando una respuesta inmediata.

-¿Por qué, qué?- Su expresión la confundió más a ella de lo que parecía estar él.

-Te giraste, para recibir la bala por mí ¿Por qué?- Aclaró esperando que ahora sí entendiera a qué se refería. Lo observó al darse cuenta de que su mano aún estaba en la suya, acariciándola con parsimonia.

-Porque iba para ti- Contestó Yonghwa.

-¡¿Qué?!- Aquello la dejó atónita.

-Iba para ti, no para mí- Tiró de su mano pero sin ser demasiado brusca, la de él no opuso resistencia.

-¿Cómo... Como puede ser posible? No... Espera ¿Por qué salvarme?- Cada vez entendía menos, ¿Cómo sabía ese estúpido que esa bala no iba dirigida a él?

-Si tú mueres ¿Quién me protegerá entonces, Lara?- Esta no puso objeción alguna, tenía razón. Pero quedaba la incógnita, algo que ahora la requemaba por dentro.

-¿Cómo sabías que iba para mí?

-Jonghyun me lo dio a entender, gritó tu nombre al verte correr hacia a mí y yo me di cuenta entonces de que ese láser te apuntaba a ti todo el tiempo- Claro, como no, Jonghyun siempre había sido el mejor detectando cualquier cosa extraña que irrumpiera a su alrededor. La explicación era bastante lógica. Asintió aliviada, en realidad lo estaba ya que su cabeza comenzó a montar películas sin sentido. -Lo que no entiendo es que siendo tan buena en lo tuyo no te dieses cuenta de algo tan básico ¿Dónde tenías la cabeza?- Lara tragó saliva. Si supiera en lo que pensaba en ese momento todo se iría al traste, y detrás su orgullo tan arraigado. Un error tan garrafal por el estúpido hecho de dejarse llevar por algo tan tribal. La repentina admiración hacia Yonghwa. Sería un desecho con patas si seguía así, su límite estaba cerca y debía pararse los pies.

-Quizás comienza a ver la realidad ¿No, Lara?- Y ahí aparecía Jonghyun para ponerla todavía más ofuscada. Sabía a qué se estaba refiriendo. Volvía ofrecerle uno de sus sermones y no quería escucharlos en ese preciso momento. Necesitaba ser fría y calculadora ahora que la tentación de echar todo por la borda se hacía presente. El Camaleón ya no existía, entonces ¿Por qué seguía atormentándola como si se sintiera, todavía, responsable de ella? Oh, espera ¿Había conseguido remover esos viejos sentimientos en él? Entonces ¿A qué venía esa pesadez, esa culpa de no poderle corresponder? No, eso no tenía que estar pasando. Yonghwa no podía estar interviniendo ¿O sí?

-No tu realidad Jonghyun... Nunca podré ser tan santa como tú- Aquello fue un ataque directo. Ya no permitiría que le ganase en esas batallas donde sus códigos personales se enfrentaban ferozmente. Nunca entendió porqué se fue y tampoco la razón de que estuviera en contra del Kraken pero ella estaba dispuesta a defender a su bando sin contar con la ayuda de él. Ya no lo necesitaba, ya no intentaría resguardarse en sus brazos como antaño. Estaba claro que luchaban por motivos muy distintos y que pronto tendrían que pelear entre si. Desde que llegó lo había avistado aunque se quisiera engañar a si misma. Lo que jamás vio fue el papel colindante que tendría Yonghwa en todo esto y cómo, poco a poco, su huella se hacía más honda en ella.

-Lo sé, sólo espero que no pierdas la esencia de lo que eres Lara. Recuérdalo por favor- Estaba apunto de replicarle sin ningún resquemor hasta que se dio cuenta de que Yonghwa seguía aún ahí ¿Eso es lo que pretendía, que perdiera los cabales descubriendo todo frente a ese muchacho? De ninguna manera. Debía ser más rápida que él, más audaz, si no quería que terminara por destruir su plan.

-¡Hola! ¡Aún estoy aquí chicos! ¿De qué demonios habláis?- Interrumpió impertinentemente el líder. Un saludo exagerado por parte de él los alejó de cualquier impulso para seguir hostigándose.

-Lara se esfuerza demasiado en su trabajo y deja de lado su propia seguridad, por eso pasan estas cosas- Fingió Jonghyun como si fuera lo más natural del mundo. -Opino que necesitas un descanso- No, con eso no la derrotaría y menos si se trataba de alejarla de su misión. Iba a replicar cuando Yonghwa habló de nuevo.

-Creo que tiene razón, Lara. Sin contar las últimas semanas, lo de hoy ha sido lo más raro que me ha pasado nunca. Creo que eso me ha hecho aprender a analizar todo antes de actuar. Así que primero debemos averiguar quien te quiere fuera del mapa- Era la primera vez que veía a ese estúpido muchacho decir algo con criterio y decisión. Dudaba que fuera por su repentina afinidad hacia él, aunque el hecho en si lo hacía aún más sorprendente. Lo malo es que si hacía lo que decía le estaba dejando ganar a Jonghyun una valiosa batalla que más adelante le serviría para acorralarla, si se le presentaba la oportunidad, claro.

-Está bien pero no celebraréis ni un concierto más mientras no sepamos a ciencia cierta que está pasando aquí- Los dos amigos se miraron. -No hasta que yo pueda estar presente en ellos. Mientras averiguaremos quienes están detrás de todo esto y por qué yo soy el punto de mira ahora ¿Está claro?- Sí, ese descanso podría llevarlos a más de una respuesta. Intentaría no alertar mucho a Jonghyun mientras se distraían investigando aquellos ataques. El peligro que corría no la asustaba, eso si, tenía una tremenda curiosidad por saber qué estaba pasando.

El Kraken le debía alguna explicación, hacía tiempo que no contactaba con ella y eso era algo preocupante. Por otro lado tantos altercados dirigidos ha distintas personas daba qué pensar ¿Era una sola persona desviando la atención, jugando? No, sabía que el del gimnasio lo había provocado el Kraken por lo que dudaba que los demás fueran obra de él. ¿Otra persona? ¿Otra organización? La policía metida hasta el cuello al igual que ellos y sin ningún punto por el que coger todo ese caos que reinaba en Seúl.

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-Bonitas vacaciones me has regalado Kraken- Ironizó Lara hablando por teléfono. Ya se encontraba en casa y Yonghwa se duchaba. Momento idóneo para hacer una llamada pertinente al Kraken mientras rebuscaba por los cajones de la habitación del muchacho. Lo había intentando muchas veces desde que vivía ahí, pero por alguna que otra circunstancia terminaba por no hacerlo. No le costó memorizar los hábitos de ese tipo y exactamente veinte minutos eran los que se tiraba en el baño. Tiempo más que suficiente para buscar con total libertad en cada rincón de su cuarto.

-No mientas, seguro que te lo estás pasando bien. Me han dicho que ese mequetrefe te ha salvado la vida...- No le hacía falta preguntar cómo sabía sobre eso, el Kraken se enteraba de todo. Sus oídos se extendían por todo el globo terráqueo y la más mínima noticia llegaba a él sin problemas.

-Oh sí, me ha sorprendido bastante. Quizás lo mate rápido y no como tenía pensado- Aseguró Lara con tono de burla.

-¿Te estás enamorando, Lara?

-Jajaja No me hagas reír. Debes responder a mi pregunta ¿Quién demonios va detrás de mí?- Insistió la muchacha sin dejar de rebuscar, ahora, en la mesilla de Yonghwa.

-Bueno, como sabrás la travesura del gimnasio fue mía, pero jamás te haría daño, sólo intentaba despistar a la policía mientras estoy de visita por este maravilloso país- Lo sabía. Incluso con su hija de por medio no se detenía en sus propósitos. En cierta forma lo entendía y quizás le recordaba las palabras de Jonghyun cada vez que el Kraken daba un golpe.

-Eres un cínico de lo peor-

-Aun así me quieres- La joven volvió a reír.

-Contesta ¿Quienes están detrás de todos esos atentados?

-Si lo supiera te lo hubiera dicho Lara. Desgraciadamente en Corea me conocen demasiado y se cierran un poquito a soltar información. Es lo que tiene volver a casa...- Al decir esto la muchacha notó algo pegado debajo del último cajón de aquella mesilla. Tiró con delicadeza para no estropear el papel. Cuando lo sacó observó que se trataba de un sobre. Se colocó el móvil entre el hombro y su oreja y lo presionó con esta para que sostuviera solo, así tendría ambas manos libres para abrir el sobre con sumo cuidado. Se quedó sin habla ante lo que descubrió. -¿Lara? ¿Sigues ahí?

-Lo siento, en otra ocasión hablamos...- Sin esperar ninguna otra palabra de despedida del Kraken, colgó. Lo que tenía frente a sus ojos la hizo dudar de todo y de todos. Sabía que significaban esos documentos. Sabía que ese nombre pertenecía al progenitor de Yonghwa. Y sabía que ese otro nombre era de él, de su padre biológico. Había soñado por mucho tiempo dar con esos papeles pero jamás pensó que la verdad fuera tan distinta. No fue la empresa de su padre la que se arruinó por culpa de los Jung. No, fue la empresa de estos la había quebrado gracias a un nuevo inversor ¿Quién era? Ahí fue cuando lo vio, sus ojos se llenaron de lágrimas al descubrirlo. El nombre del que consideraba su padre, el gran Kwon Jae Hyuk, alias “ El Kraken”, había hecho perder todo su imperio a la familia de Yonghwa.

El fiel socio del señor Jung era su propio padre biológico. Había intentado ayudar, las facturas anexas a esos documentos lo demostraban, sólo se pintaba un único culpable y para Lara, admitirlo, era demasiado ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué, por qué todo se estaba desmoronando en tan sólo unos segundos? Habría deseado no encontrar esos folios jamás. Estaba bien con odiar a alguien desconocido, a acabar con la vida de una persona que supuestamente se lo merecía pero ahora todo eso cambiaba ¿Qué se supone que debía hacer? ¿Qué decisión era la correcta?

El sonido del timbre la rescató del inminente colapso. Dejando atrás cualquier inseguridad colocó el sobre justo como lo había encontrado y se fue a abrir la puerta. Yonghwa se le adelantó saliendo del baño con una simple toalla atada a la cintura. Se colocaba el cabestrillo por alrededor de la escayola y sintió la necesidad de ayudarle en su labor. No lo miraba de la misma forma y aunque tuviera una ligera simpatía hacia él, no podía permitirse hacerlo de diferente manera. No hasta que averiguara si esos papeles eran cien por cien verídicos. Así que cerró sus ojos para centrarse después de recibir tal golpe y actuar como si no hubiera pasado nada.

Un joven aparecía detrás de la puerta, ambos lo miraron. Era delgado pero demasiado alto en proporción con todo su cuerpo. Tenía unos ojos avellanados que cautivaron a Lara, era realmente guapo pero dictaba de ser atractivo para ella, más bien lo veía como algo adorable. De primeras parecía un poco despistado pero al hablar les despejó las dudas.

-Me llamo Dae Hyun y seré su detective privado...


Capítulo 11: Desde dentro



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