Ahora a disfrutar del capítulo de este fic que llega a su fin muy pronto ^^
Capítulo 25: Al fin veo tu voz...
Capítulo 26: ¿Nuevo comienzo?
-Al fin puedo ver tu voz-
-¿Qué...-
Estaba abrumado, las palabras no salían de su boca. La mujer que amaba lo miraba. La mujer que jamás podría mirarlo a los ojos lo estaba haciendo en esos momentos, intensamente. Sin una pizca de odio hacia él. Sonreía tan plácidamente en su dirección... Estallaría de felicidad tan sólo viendo esa sonrisa por el resto de su vida. La amaba, hacía tiempo que todo su ser la anhelaba pero en ese momento estaba seguro, completa y totalmente seguro.
-Alice...- Comenzó a pronunciar.
La susodicha no lo dejó continuar, corrió hacia él para rodearlo con sus brazos en un fuerte abrazo. Ya no lo dejaría ir, esa estúpida idea de abandonarlo, por un error en el que quizás ella misma había colaborado de alguna manera, ya se esfumó. Ahora las palabras de Onew retumbaban en su cabeza, decidiera lo que decidiese sobre la operación, estaría al lado de Jonghyun hasta vencer o ser vencida por aquel tumor. Eso sí, no tenía intenciones de contarle aquello, aprovecharía todo el tiempo para luchar por la felicidad de él. Si el destino quería separarlos que fuera nada más ni nada menos que por la misma muerte. Si debía abandonarlo lo haría cuando tuviera la certeza de que la vida de él fuera completa y feliz, con o sin ella.
Notó como Jong le correspondía, estrechándola entre sus brazos. Su cabeza se posó en el ancho pecho y sonrió con lágrimas en los ojos. Escuchó que él también lo hacía, descargando la tensión que le había causado la charla con su padre. Alice se sintió aún más protegida cuando una de las manos del hombre se dirigió a su cabeza, apretándola levemente más contra él. Con la otra presionaba su pequeño hombro, reteniéndola por si algún casual decidiera alejarse de su posición. No lo permitiría, por lo menos en esos momentos. Deseaba tenerla así aunque fuera por unos minutos, suya, sólo suya.
Sin embargo el azote de la realidad lo dejó helado. Aquello debía ser un sueño, y si no lo era, Alice sería desdichada a su lado por mucho que lo intentaran. Sin querer sus brazos presionaban sobremanera a la joven sin dejarle moverse un ápice. Su mente le empujaba hacía lo más lógico pero el resto de su cuerpo luchaba por contenerla a su lado. La muchacha corría el riesgo de salir mal parada, tanto por su incapacidad de hacerla feliz y por ese, su maldito padre. Sabía que no descansaría hasta dejarlo devastado o siendo un desgraciado como él.
-Jong...-
-Por favor, unos segundos más. Te lo pido- Imploró.
Alice no opuso ningún tipo de resistencia, sin embargo, la desesperación del hombre que la tenía completamente presionada contra si estaba dejándola sin respiración.
-Jong no voy a ningún lado. He decidido estar a tu lado con todas las consecuencias que eso conlleve- Expresó la joven tajantemente.
Quizás lo había soñado, seguramente estaba alucinando. Las ganas de que ella pronunciara aquella frase hizo que le pareciera escucharlo. Claro, era imposible que de verdad lo estuviera diciendo.
-No pienso irme de aquí, Jong. Quiero estar contigo y afrontar todo lo que se nos venga encima-
Los ojos de Jonghyun se abrieron desmesuradamente. Dejó de rodear con sus brazos el cuerpo de ella. Una de sus manos se detuvo en el delicado hombro derecho, y la otra la dirigía hasta el mentón femenino, debía obtener la prueba de que todo era real y no producto de su imaginación. Esos ojos, esos ojos ahora le correspondían con intensidad. No podía creerlo.
-¿De verdad tú...?-
La inesperada caricia de Alice en su mejilla se le antojó delirante. No necesitaba de guía, ella podía verlo, ella lo acariciaba con su mano pero también con su mirada. ¿Cómo describir la sensación? No tenía ni la menor idea. Cerró sus ojos sintiendo por completo el tacto genuino de Alice.
-Sí, te puedo ver. No sé cómo ha ocurrido pero ha resultado de este modo- La mueca de Jonghyun reflejaba una mezcla de incredulidad y felicidad infinita al fijar su vista de nuevo en ella. -Y ahora que al fin puedo ver al hombre que amo, no tengo intención de alejarme de él- Su pulgar terminó en la comisura de los labios de Jong. -Es lo único que pude ver aquel día, tus labios- Él, en ese instante frunció el ceño y la observó confundido. Ella lo ignoró, necesitaba transmitirle su felicidad. -Jonghyun... nunca pensé que fueras él, nunca pensé que fueras aquella voz que me salvó una vez no hace mucho tiempo. Esa melodía no podía salir de otros labios que no fueran los tuyos ¿Por qué no lo adiviné antes? Todo apuntaba a ello, he sido tan tonta- La cabeza de Jonghyun se trasportó a ese día, aquel donde escuchó a alguien irse de la escalera, la persona que al final había descubierto su pequeño escondite. Sonrió por la ironía, por lo caprichoso que llegaba a ser el destino con ellos dos. -Eres lo único que necesito, lo único que me ha levantado del lodo que no me dejaba avanzar. Jonghyun, te amo- Este agarró la mano que pasaba suavemente por sus labios y la apartó para sostenerla con la suya entre sus cuerpos, exactamente igual hizo con la otra.
-Si te quedas conmigo te espera mucho sufrimiento. Yo no quiero eso para ti, no quiero ser el causante de tu desgracia. Mira lo que te he llegado a hacer ¿de verdad quieres arriesgarte?- Tragando saliva esperó la respuesta, la terrible respuesta que sabía iba a obtener.
-Suframos juntos. El amor es así, superemos todo juntos. No sólo tú eres una caja de desdichas, yo te supero ¿recuerdas?- Ambos sonrieron comedidos, era una triste verdad. -Sin embargo, ahora te veo, ahora sé que podemos superarlo todo. Intentémoslo, no perdemos nada porque ya lo hemos perdido todo- Concluyó con certeza la muchacha. No obstante, Jonghyun parecía recordar que había algo que ella no sabía.
-Pero yo...- Ella rápidamente entrelazó sus dedos con los de él sin cambiar la posición en ningún momento.
-Lo sé todo Jong, sin querer he escuchado la conversación con tu padre- Lo que temía el joven se hizo realidad. Ahora que su peor secreto era conocido por la mujer que amaba le horrorizaba la idea de que la echara para atrás en su decisión más adelante. -Y me da igual, sé que si yo he superado mi trauma, gracias a ti, tú superarás el tuyo-
Jonghyun no pudo reprimir una amplia sonrisa. Era asombrosa, todas sus suposiciones se rompían si se trataba de Alice. Era tan impredecible y a la vez tan contundente que lo aturdía, lo dejaba sin argumentos para rebatirle. Esta vez no fue diferente, ella había ganado además de su corazón, la razón para olvidarse de todo lo demás y luchar con, y por, ella. Lo conseguirían, no por él <>, si no por ella, por su capacidad de elevar todas sus posibilidades incluso en el momento más desgraciado de sus vidas. Bajó su cabeza a la de ella hasta que sus frentes chocaron suavemente.
-Gracias a ti- Anheló en voz alta Jong.
-La verdad es que me gustaría que fuera gracias a mí, sinceramente- Confesó ella. Él se apartó sorprendido de su atrevido comentario.
-¿En serio? Por lo que veo tienes muchas ganas de probar eso ehh- Dio un toque coqueto, con su dedo índice, en la punta de la nariz de ella.
-Está bien, lo admito ¿contento?- Alice se apartó fingiendo molestia, sin embargo se vio empujada hacia él. Jonghyun le había rodeado la cintura con un brazo y con el otro agarrado la cabeza por la nuca.
-Muy contento- Al bajar sus labios a los de ella no encontró lo que deseaba. Ella se había echado un poco hacía atrás, necesitaba preguntarle una última cosa.
-¿Crees que terminaremos de una pieza después de todo esto?-
-No estoy seguro, pero estando juntos podremos pegar los pedazos ¿no crees?-
Ella no asintió ni negó, sus ojos lo decían todo. Sin esperar más, Jonghyun consiguió unir sus bocas en un anhelado beso. En este dejarían sus miedos, sus dudas y todos aquellos obstáculos que les impidieran avanzar. Mientras Alice experimentaba una nueva sensación pudiendo vislumbrar el rostro del que ahora invadía su boca, Jong disfrutaba de las caricias que ella dejaba relajadamente en su cuello y nuca.
Una nueva etapa les pondría a prueba muy pronto. La disposición la tenían, la fuerza también. Sólo quedaba esperar que aquellos pedazos no fueran demasiado pequeños como para no poder ser repuestos.
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En Café Paraíso estaba ambos jóvenes, sentados frente a frente. Young Mi que aún seguía sin creer lo que se le contaba y Taemin que esperaba le creyera. Para ella si todo era verdad comenzaba a avistar que a su amiga le esperaba mucho dolor, y ni decir de Jonghyun, su propio padre haciéndole la vida imposible...
-Espero que todo lo que me hayas dicho sea cierto. Por tu bien y por el de ellos dos- El muchacho dio un trago de la bebida que les había servido, digerían mejor la situación con ellas. -Esto...- Taemin alzó la vista hacia ella, dispuesto a escuchar lo que tuviera que objetar. -Quiero ayudar. De alguna forma lo necesito, ella es mi amiga y...- Se vio interrumpida.
-De ninguna manera, esto es peligroso. El padre de Jong es capaz de todo y no dejaré que te involucres en esto. Me has prometido que si te lo contaba no harías nada al respecto- Espetó Taemin incorporándose hacia ella.
-He dicho que no lo contaría, no que no fuera a ayudar. Además si yo quiero puedo hacerlo ¿quién te crees que eres para impedírmelo?- Le replicó la muchacha.
-El hombre que ahora va a protegerte-
-¿Qué? ¿Qué tontería estás...?- Volvió a ser reprimida por aquel molesto muchacho. Sus bromas la estaban confundiendo demasiado y ya se estaba pasando de la raya.
-¿No te das cuenta? Estoy dispuesto a dejar de ser un capullo por ti- Aseguró él sin apartar la vista de una Young Mi anonadada. Esta debía contrarrestarle con algo que desviara el tema sin que se descubrieran sus verdaderos sentimientos hacia lo que significaba aquella afirmación.
-No necesito que sacrifiques esa parte de ti. No me interesas, así que ahorrate el discurso para intentar cazarme- Esquivó sin éxito, él ya la había cazado.
-No es ningún intento de nada, no mientas. Te está pasando lo mismo que a mí, y sí, sacrificaría todo por ti ¿no recuerdas que casi me matan por protegerte?- Rememoró con fiereza haberla ayudado aquel día.
-Yo no te lo pedí-
-Pero yo quise hacerlo. Porque me gustas, me gustas mucho Young Mi- Terminó por confesar.
Ya no tenía nada que perder, bueno sí: a ella. Si no aclaraba las cosas de una vez su oportunidad fracasaría sin siquiera intentarlo. Se tomó el atrevimiento de levantarse e ir hacia ella para recibir la respuesta, incluso se agachó para estar a su altura.
-Mentira, la apuesta...- Young Mi parecía haberlo escuchado pero prefería pensar que seguía bromeando.
-Olvida la apuesta, de eso hace mucho tiempo. Lo que siento ahora es completamente diferente. Jamás me había pasado algo así. Siempre me ha dado igual dañar a las mujeres pero cuando vi que ese tipo se abalanzaba sobre ti... me di cuenta, me di cuenta de que no me gustabas como una simple aventura- Cuando cruzó su mirada con la de ella notó la incredulidad en esos ojos cafés. -Sí, estoy delirando pero es por ti, me has descontrolado por completo. Ahora la imagen que dé a los demás me da exactamente igual si tú te quedas conmigo...- Concluyó al fin.
-Taemin... Yo no...-
No era cierto, no podía creerlo. Ese pequeño canalla la estaba haciendo vacilar ¿se arriesgaría a ser dañada por él? No, eso no podía permitirlo.
-Si no sientes lo mismo puedo entenderlo y no te molestaré más, pero tu mirada, tu cuerpo siempre me dice otra cosa, me confundes Young Mi, dime qué deseas, lo que en realidad quieres- Otra vez, el comportamiento de Taemin cambiaba por completo. Sus estrepitosas sorpresas la dejaban pasmada, lo malo es que si cada vez eran mejores ella caería más por él. Debía pararlo de alguna manera, quizás cambiando de tema o desviando la atención en la situación que sufría su amiga. Sí, era lo mejor que saberse expuesta ante él.
-Lo siento pero ahora quiero ayudar a Alice, no puedo pensar en nada más... discúlpame-
Antes de levantarse recogió su bolso y el abrigo. No pensó que él fuera a tomar eso como un rechazo, no obstante, así fue. La mueca de Taemin tornó triste, devastada ¿sería verdad que encerraba sentimientos por ella? ¿Tan profundos como para cambiar todo de él? Se sintió terriblemente culpable por darle la impresión de rechazo. En realidad no era lo que quería, ella quería posponer el momento, nada más.
-Ohh, lo entiendo... y lo respeto, pero déjame que te proteja- Pidió él.
Young Mi se mordió la lengua, era más fácil que pensara eso. Más adelante, a lo mejor, tendrían una ocasión para aclararlo.
-Está bien, veremos si Jonghyun te puede asignar alguna labor- Cedió cabizbajo el joven. A ella se le partió el corazón.
Sin más se dirigió hacia la entrada, esperaba que Young Mi lo siguiera pero se quedó inmóvil viéndolo avanzar.
-Gracias Taemin- “Gracias por hablarme con la verdad y confesarme tus sentimientos. Cuando todo esto termine te hablaré de los míos” terminó mentalmente sonriendo para si. Ya habría tiempo para los dos.
No puedo verte by Laura Ramírez Patarro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
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