Capítulo 7: Confrontación
Capítulo 8: The Seeker
La mueca de Jae Hyuk cambió radicalmente. Había sido descuidado y bastante confiado. Se olvidó que estaba frente al Camaleón. Siempre se cubría las espaldas, jamás se ponía en peligro por ninguna razón. Bufó. Lo había subestimado, era un error garrafal y no lo había previsto. Maldición.
-Ahora, el que me decepcionas eres tú- Se atrevió a decir Jonghyun. Su sonrisa triunfante iba a ser correspondida por un golpe pero de pronto alguien irrumpió en aquel almacén.
Sin ni siquiera tiempo para reaccionar, todos los subordinados del Kraken pudieron vislumbrar la figura rápida de alguien que controlaba al milímetro todos sus movimientos.
-¡Es el “Seeker”!- Gritó uno de ellos.
Uno por uno iban sucumbiendo a él con el máximo de dos golpes. En segundos cayeron más de ocho hombres y el líder sólo podía intentar seguir con su navaja la estela de aquel rápido extraño. Jonghyun aprovechó la expectación para librarse de ambos hombres que lo sujetaban. Saltó hacía atrás con un mortal perfectamente ejecutado haciendo que las extremidades de los dos individuos se retorcieran impidiendo moverlas con normalidad. La patada hacia la cara del de su derecha combinada con un tirón seguido de un doloroso puñetazo en la mejilla al de su izquierda los dejó adoloridos en el suelo al recibir los golpes con maestría.
Sin vacilar, Jonghyun, al deshacerse de esos dos, fue directo a Jae Hyuk. Este distrajo toda su atención del misterioso tipo recién aparecido y la dirigió al Camaleón.
-Así que ahora tendré que luchar contigo... Interesante. Veamos si aún sigues siendo igual bueno o has perdido facultades- Se pronunció el Kraken, tanteando el terreno. Hacía movimientos con la muñeca, apuntando con su arma blanca al joven que tenía enfrente.
-He esperado esto mucho tiempo. Sin trampas, sin juego sucio...- Sin más, Jonghyun se abalanzó hacia él. Por un momento temió ser herido con la hoja de aquella filosa navaja pero sus, todavía, poderosas habilidades se hicieron presentes. Esquivó fácilmente el golpe de su enemigo, para después golpear por los dos lados el antebrazo de este y hacerle soltar el arma. Esta cayó a varios metros de ellos.
-Muy bien ¿Acaba de resucitar el Camaleón?- Claramente se trataba de una provocación. Por alguna razón, sabía que se había dejado desarmar. Siempre lo desconcertaba con sus contradicciones, incluso cuando aun trabajaba para él, todo lo que hacía lo confundía. Jamás supo entenderlo y ahora no quería ponerse a hacerlo tampoco. Gruñó en respuesta intentando alcanzar su cuerpo con un puñetazo lleno de rabia. El Kraken lo detuvo con sus brazos en cruz. Se caracterizaba por utilizar una defensa magnifica y el joven tenía que reconocer que era el mejor en ello. Su barrera era infranqueable. Debía pensar mejor en cómo derrotarlo, usando la misma táctica que él. La sicológica.
-El que lucha contigo ahora es Jonghyun, sólo Jonghyun. Quizás estés muy seguro de lo que haces pero yo te hundiré si hace falta para que dejes de hacer daño- Mientras decía esto volvía a la carga con una poderosa patada hacía la cabeza ajena. Jae Hyuk rodó sobre si mismo alejándose de Jonghyun. Al ponerse de pie vio como este ya estaba en frente suya enviándole golpes certeros que bloqueaba con suma facilidad.
-Recuerda que yo sólo hago ver la verdad, la hipocresía y sobretodo la mierda que muchos tienen encima. Todos ellos piensan en llenarse de gloria pero lo único que se “les llena” son los bolsillos. Jamás pensé que esa lección se te olvidara... Vuelves a decepcionarme- De un momento a otro pasó de defenderse a contraatacar. Un contundente golpe en las costillas del muchacho lo hicieron gritar de dolor. ¡Bingo! Ahora debía centrar su atención ahí para no ser castigado de nuevo en el mismo sitio. Su táctica siempre era la misma y rememoró una de sus disputas con Lara. Esta también usaba la misma técnica sin darse cuenta. Jonghyun maldijo el que se pareciera tanto pero haría lo posible para que no fuera totalmente igual a él. Debía abrirle los ojos antes de que se perdiera en ese camino de odio y venganza.
-En un comienzo no dudo que fuera así pero la codicia te ha cegado arrastrando a todos contigo. A Lara... A ella jamás permitiré que te la lleves a ese camino de no retorno ¡Nunca!- Se quejó mientras intentaba respirar para calmar el dolor punzante de su costado. Jae Hyuk parecía darle una tregua sin golpearle dándole una falsa confianza. Sabía que en cualquier momento se le abalanzaría pillándolo por sorpresa. Aspiró profundamente antes de avistar el derechazo del Kraken. Con esfuerzo giró sobre si mismo hasta rodear velozmente al hombre quedándose tras él. Aquella era su única oportunidad. Su brazo se extendió por delante del cuello de Jae Hyuk y apretó. Las manos de este se aferraron a su codo intentando que lo soltara pero eso sería lo último que fuera a hacer. Lo tenía justo donde quería. A su merced. Mentira, la risa del tipo se lo confirmó. Sintió un intenso dolor en la zona anteriormente dañada y tuvo que dejar de apretar con su brazo soltando un alarido. Vio las estrellas. Suspiró intentando recuperarse pero cuando se dispuso a volver a luchar se vio apuntado con una pistola. Se apoyó en su rodilla derecha, cada vez le dolía más aquel hueso astillado. El Kraken le sonreía complacido, como si supiera que todo terminaría así.
-Eres débil, por eso te fuiste. Lara no, ella me seguirá hasta el final. Y lo sabes- Jonghyun se incorporó ignorando la punzada de su costilla astillada y lo miró con fervor. Aún con el arma amenazando su vida, avanzó hacia él.
-Tú, tú eres un monstruo. Ella lo descubrirá por si misma pero antes de que lo haga demasiado tarde yo lograré salvarla. No será igual que tú ¡No lo permitiré!- Se alegró de ver una muestra de confusión en el rostro de Jae Hyuk ¿Había logrado hacerle pensar que no tenía a Lara tan seguramente atada a él? La repentina risa le quitó cualquier esperanza. El maldito estaba jugando.
-Jajaja iluso. Una simple bala en la cabeza y todas esas estupideces morirán contigo...
-Bien, hazlo ¡Dispara!- Cargó el arma, Jonghyun tragó saliva. -Dispara y todo se acabará para ti. Mis secretos saldrán a la luz ¿Pensabas que no tenía una salida si me aniquilabas? El iluso eres tú “padre”- La provocación surgió efecto ya que el Kraken se dirigió a él dispuesto a dispararle pero el extraño que había entrado antes arramplando con todos sus hombres se interpuso entre ellos.
-Já “The Seeker” ¿No? Anda muchacho, quítate del medio o hoy tendré que recoger dos cadáveres- Espetó seguro Jae Hyuk apuntando ahora al tipo de en medio.
No obtuvo respuesta. Aquel tipo seguía parado como una estatua. Ahora podía observarlo mejor. Vestía con capucha cubriéndole el rostro parcialmente. Lo reconocería si no fuera por la mascarilla negra que ocupaba la parte inferior de su cara. Maldición. Era bueno para ocultar su identidad. Se fijó en el cuerpo, corpulento y, sin embargo, ágil para luchar. Se preguntaba dónde había sido entrenado y si lo superaba en sus habilidades. Miró a su alrededor. La decena de hombres que lo acompañaban estaban en el suelo, algunos inconscientes y otros totalmente inmovilizados, otros gemían adoloridos. Aquellos eran sus mejores hombres. Se encontraba delante de un verdadero mercenario. Contempló que su abanicos de posibilidades para ganar se reducía a él mismo. Dedujo que sería peligroso comprobar de que era capaz semejante individuo así que hizo un gesto a uno de los hombres que aun estaba consciente y este sacó lo que parecía ser una granada cegadora del bolsillo.
Dos segundos después todo era de un blanco glaciar. Tanto Jonghyun como el tipo encapuchado tuvieron que taparse los ojos del intenso resplandor. Ese tiempo sirvió para que Jae Hyuk desapareciera del mapa. Sus hombres comenzaron a despertar y algunos corrieron abandonando el lugar. Por seguridad, el muchacho encubierto agarró el brazo de Jonghyun y lo condujo hacía afuera del lugar. Sin quejarse, se dejó llevar.
-Cobarde...- Comentó Jonghyun. Escuchó la risa del tipo que lo había salvado. -Gracias. Siempre me salvas cuando estoy en apuros- Le sonrió un tanto aliviado. Aunque todavía notaba tirante la zona herida de su costado, se sentó en un poyete.
-No me las des, ese imbécil se ha escapado igualmente- El Seeker se giró hacia el almacén poniendo los brazos en forma de jarra en su cintura. -Me alegra que me llamaras, ahora sé un poco más sobre como actúa ese tipo. Es bastante arrogante pero depende mucho de sus hombres. Esa es una buena revelación para mí- La voz del joven parecía estar distorsionada. Ni Jonghyun sabía porqué pero entendía que al tratarse de alguien que actuaba fuera de la ley necesitaba cubrirse bien las espaldas ocultándose de los demás. Se había reunido varias veces con el Seeker pero jamás aclaraba sus razones para perseguir al Kraken. Sólo sabía que lo odiaba y que sería de ayuda una vez que se decidieran a detener a Jae Hyuk.
-Algún día lo atraparemos. Puedes confiar en mí- Aseguró Jonghyun mientras se ponía de pie. El dolor mitigaba dejándolo expresarse sin que su tono se viera afectado.
-No lo dudo, sé que los tuyos son muy buenos en ello, aunque yo sólo confió en ti- Jonghyun observó como se volvía hacia él. -Sé que esto sería mucho pedir pero ¿Me ayudarías buscando a alguien?
-Claro ¿De quién se trata?- Su pregunta se vio correspondida por unos documentos que el chico sacó de debajo de su capucha, a la altura de su cintura.
-Esa información te servirá para encontrarla. Avísame cuando des con ella- Jonghyun aceptó cortesmente los folios llenos de información. Algo captó su atención. Algo que creía saber sólo él. Se equivocaba. Su secreto estaba apunto de descubrirse ¿Quería hacer daño a la persona que constaba en aquellos papeles? Alzó su cabeza para preguntar por el motivo pero el tipo ya se había ido. Diablos ¿Qué debía hacer con toda esa información? Quizás si sólo desvelara parte de ella a ese joven... Era arriesgado pero podría funcionar. Jamás pondría en peligro lo que siempre había querido proteger...
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Estaba por llegar a casa cuando vio a Lara en una tienda de ultramarinos. Sentada en una de las mesas, estas estaban pegadas a la pared cristalizada que daba al exterior. Comía ramen y no parecía estar disfrutándolo ¿No había entrado con Yonghwa en su casa? ¿Qué habían liado esta vez? Buscó a Yonghwa con la mirada pero no lo vio. Corrió al cruzar la calle e ir hacia la muchacha.
-¿Qué demonios haces aquí? ¿Y Yonghwa?- Preguntó al sentarse al lado de ella. Lara dio un respingo al notarlo cerca y en segundos volvió a lo que estaba haciendo, con total desgana.
-Ahí atrás, el estúpido ha tropezado y se ha puesto de ramen hasta las orejas, ha ido a por más- Dicho esto Jonghyun giró para ver a su amigo confundido frente a una estantería repleta de envases de ramen de todo tipo. -Pero dime ¿Qué haces tú aquí?- Lo pilló completamente desprevenido aunque sólo le faltó varios segundos para inventarse una coartada.
-Tenía que ir a grabar algo al estudio. Hay días en los que mi inspiración está en auge, hoy es uno de ellos...- Coló por completo. La sonrisa de Lara se lo confirmaba.
-¿Tregua?- Sabía perfectamente a lo que se refería.
-Tregua. Al parecer coincidimos en querer separar lo personal de lo profesional. Ya habrá tiempo de luchar cuando sea oportuno- Lara rió irónica y eso lo calmó haciendo que la acompañara, imitándola. -Os acompaño. Voy a por uno de esos para mí- Después de señalar el recipiente que la muchacha tenía entre sus manos se levantó para ir donde Yonghwa.
-Buuu- Exclamó Jonghyun, intentando asustar a su amigo sin el efecto deseado. Este lo miró confundido hasta que terminó por reírse sin más.
-Eres muy tonto jajaja- Dijo divertido Yonghwa sin dejar de mirar la estantería. -Tío... No sé qué coger...
-Este, igual que yo. Venga, Lara está sola- Jonghyun agarró dos botes de ramen y sin consultar con Yonghwa. Este simplemente rió, pasó su brazo por el cuello de su compañero imitando una llave para agachar su cabeza lo suficiente y frotarle el pelo con fuerza.
-¡Agg! ¡Estate quieto!- Intentaba que su tono fuera de replica pero las ganas de reírse le podían dejando un sonido juguetón que incitaba a Yonghwa para continuar. Cuando llegaron junto a la muchacha, esta les miró con desaprobación.
-Parecéis críos... Anda vamos a terminar de comer e ir a casa. Nunca se sabe lo que puede suceder fuera- El ambiente se cortó ferozmente. Tenía razón pero necesitaban disfrutar aunque fueran unos minutos. Ambos se sentaron a cada lado de Lara con la moral completamente derruida. -Joder... Tampoco quería esto- Fue el detonante para que los dos hombres se miraran con una mueca extraña en sus rostros. Ella sabía lo que pretendían. -¡No! ¡Ni se os ocurra!
Terminaron por correr de un lado a otro de la tienda como niños pequeños. Sólo uno de ellos agradecía esos momentos, lo que venía a continuación podría destrozar todo lo que comenzaban a construir. La aparente paz se vería sustituida por la tensión de saberse en un peligro constante...
-Jonghyun... ¿Qué te ha pasado en el costado? Te quejas mucho ahí ¿Una noche ajetreada?- Le preguntó Yonghwa una de las veces en las que chocaron al perseguir a Lara. Le pareció extraña su repentina pregunta pero igual respondió.
-No sabes cuanto...
Capítulo 9: ¿Amistad ante todo?
Los hijos del Kraken by Laura Ramírez Patarro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
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