Capítulo 7: Buenos amigos en situaciones difíciles
Capítulo 8: ¿Solo en casa?
Ya estaba bajando las escaleras, ahora
lucía pantalones grises con una americana negra de mangas francesas,
debajo de esta una camisa blanca. Calzaba unos tacones, de punta
redonda y con una ligera plataforma, también negros. Su pelo color
café, ya seco, había dejado unas ondas naturales que resaltaba las
facciones de su fino rostro, por lo que suelto la hacían aún más
atractiva. Sabía perfectamente como sacarse provecho. Su sentido de
la moda volvía loco a Key ya que sus gustos eran similares, ambos
tenían un estilo impecable y salir de compras era lo que los aislaba
de todo lo demás. Esta salida era ni más ni menos que para ayudar a
Hana con la desafortunada situación en la que se encontraba. Key no
permitiría que ese día con él recordara nada que pudiera
afligirla.
-Si no fueras mi cosita adorada te
hubiera besado salvajemente antes de bajar el primer escalón- Los
ojos de Key estaban despidiendo estrellitas al ver a su amiga. Un
codazo de Jonghyun lo hizo cambiar su mueca por una de total enfado.
-Dejame bruto, no sabes admirar la absoluta belleza
-Sí que la admiro, incluso más que
tú- Su tono fue tan leve que Key ni lo escuchó. Verla bajar había
despertado muchas cosas en él. Se le había tirado encima si
estuviera estado a solas con ella. “Dios ¿En qué estas pensando
Jonghyun?” Se molestó consigo mismo por esos pensamientos. Ella no
era cualquiera, a ella debía respetarla. Ella era la mujer que por
caprichos del destino aún amaba.
-¡Ah! Falta algo
muy importante- Avisó Key mientras sacaba algo de uno de sus
bolsillos. Hana ya estaba a su lado cuando observó de que se
trataba. -Los vi en una boutique y no pude resistirme, con ese
conjunto te quedarán divinos Hana- Extendió su brazo hacia una de
las orejas de la muchacha. Eran unos pendientes de plata muy
delicados. Tenían la forma de dos dados, sus puntitos en vez de ser
el típico negro estaban hechos de piedras preciosas.
-¡Oh! Key son
preciosos. Pónmelos, pónmelos- Mientras decía esto inclinaba su
cabeza para que su amigo pudiera maniobrar y ponerle aquellos
pendientes. Desde la cocina Jin Ki veía curioso toda aquella escena
remeando con su cabeza a aquel tipo. ¿Por qué tantas atenciones si
solo era su amigo? Giró la mirada hacia Jonghyun, se sintió fatal
cuando observó la cara de este, seguramente la suya estaba igual.
Tener algo en común con ese estúpido lo llenaba de ira. Al
esconderse de nuevo no divisó que uno de los cajones estaba abierto
y se dio un golpe fuerte en su codo.
-¿Qué ha sido
eso?- Preguntó Jonghyun dirigiendo su mirada a la cocina. Hana abrió
sus ojos, debía tener alguna idea para que Jonghyun no fuera a
comprobar que provocó aquel ruido. Por fin se le vino a la cabeza...
-Es Nano, nuestro
nuevo gato Jonghyun- Sonrió disimulando su nerviosismo al ver que
quizás aquella excusa no era creíble. Decidió añadir algo más
contundente. -Además esta casa está muy bien vigilada por cámaras
de seguridad y alarma. Solo Jessy, Key y tú tenéis la clave de la
puerta- Por lo visto eso si tranquilizó a Jonghyun y sonrió sin más
dándole la razón. -Vámonos que no aguanto las ganas de atrampar
con todo lo que encuentre
-Esa es mi chica-
Key casi corrió hacia la puerta, ofreció uno de los bolsos colgados
en la entradita a su dueña y abrió alegremente la puerta. Hana
antes de pasar por la puerta como sus dos amigos echó un último
vistazo a Jin Ki, ya se estaba poniendo de pie cuando le sonrió.
Sintió algo extraño cuando aquel hombre solo le devolvió una mueca
de fastidio. -¡¿Hana?! ¡Venga!- Notó la mano de Key tirar de su
brazo, casi tropieza por la fuerza que ejerció la diva pero le dio
tiempo a cerrar la puerta tras de si.
-Jin Ki, mejor no
toques nada- Se dijo en voz alta, observó todo a su alrededor y dejó
salir un suspiro de su boca. Ahora se acordó de aquel aparato que
Hana le había dado minutos antes. Su forma era tan fina que no podía
adivinar de que se trataba así que simplemente lo puso encima de la
encimera. Quizás ella se lo explicaría con más calma a su regreso.
---
Ya estaban en
aquella ciudad comercial, era inmensa y el espacio favorito de
aquellos dos amigos que ahora corrían para entrar a ella. Jonghyun
los seguía pero quedándose atrás, esos dos locos eran como
perritos, volverían solo para comer así que avanzó tranquilamente
sin preocuparse por ellos.
-¡Aw! ¡Hana mira
esto! Debe quedarte genial- Estaba frente a un escaparate. Un vestido
negro con piedritas doradas acaparaba ahora toda su atención. Tenia
muy buen gusto y aquella prenda iluminó también los ojos de Hana.
-Vamos dentro- Otro tirón para un brazo ya adolorido, pero no le
importó, amaba el comportamiento de Key. Todo era rápido con él,
tanto que no le daba tiempo a pensar en nada más, lo agradecía en
esos momentos.
-¡Oh!
¡Chicas es Jonghyun!- Una voz entre un grupo de unas seis muchachas
avistó a Jong, este estaba sentado en una terraza tomándose un
café. Sabía que lo de Hana y Key iría para largo así que parar a
descansar un rato no le venía nada mal. El ver a aquellas jovencitas
acercarse a él lo puso nervioso, le gustaba estar con las fans pero
un respiro era lo que necesitaba ahora, no ser agobiado. Si la gente
viera que atendía a esas pequeñas, en minutos tendría una cola
infinita de fans pidiendo atención. Intentó disimular poniéndose
sus gafas de sol y yéndose de aquel lugar. Demasiado tarde... Una de
las muchachas le agarró el brazo para después ofrecerle un papel,
quería su autógrafo.
-Ven, vamos por
aquí- Guió Key. Ya habían salido de aquella tienda, un par de
bolsas colgaban de sus brazos.
-Espera ¿Ese no es
Jong?- Preguntó Hana mirando a un tumulto de gente, en el centro
alguien muy parecido a Jonghyun firmaba autógrafos sin parar.
-Jaja sí, es él.
¿Qué te parece si aprovechamos para entrar allí?- La mueca de Key
detonaba malicia, Hana sonrió aun con un poco de pena por Jonghyun
pero accedió asintiendo sin más. Era el recreativo más famoso de
aquel lugar por lo que si entraban podían encontrarse con muchas
fans deseosas de autógrafos pero el revuelo de que Jonghyun estaba
allí había hecho que aquel sitio quedara vacío. Oportunidad
perfecta para divertirse sin preocuparse por nada.
---
En casa de Hana,
Jin Ki estaba contando los segundos para la vuelta de Hana. ¿Por qué
la esperaba? Ah sí, su estómago le dolía... No había comido nada
en un día. No debía tocar nada pero moría de hambre... Andaba del
salón a la cocina y de la cocina al salón.
-Lo siento, debo
comer- Sin más fue a la cocina comenzó a abrir todos lo cajones y
puertas de los muebles sin encontrar nada que fuera comestible para
él. Hasta que, bingo, se topó con el frigorífico. Al abrirlo
sintió un escalofrío ¿Cómo podía desprender tanto frío aquella
cosa? Acercó su rostro para sentir como su nariz se congelaba.
-¡Wow! ¿Qué será esto?- Observó como había envases, cuencos y
cosas que ni sabía lo que eran pero que lo dejaban anonadado.
Inspeccionó un poco más aquello, cuando iba a cerrar la nevera se
dio cuenta de que abajo había una especie de rábano. Eso sí
parecía reconocerlo... Lo tomó en sus manos y lo olió, sí era lo
que pensaba. ¿Qué podía hacer para cocinar eso? Se sintió
frustrado al ver que no había nada a su alrededor para ni siquiera
cortarlo. Cruzó sus brazos en señal de infinita frustración. Se
dirigió al salón para sentarse en ese gran sofá. Había algo
parecido a ese artilugio que Hana le había dado antes pero este
tenía varios botones que sobresalían. Su mente automáticamente
recordó el desastre del cuarto de baño. -Tú quédate mejor ahí
quietecito...- Le habló al mando de la tele mientras lo dejaba en la
mesa justo donde lo había encontrado.
No, no podía ser.
De nuevo estaba atraído por algo que sabia no debía tocar.
Maldición... Agarró aquel objeto y pulsó el primer botón. El
salto que pegó no fue normal, un nuevo objeto endemoniado le estaba
hablando, era la tele, la había encendido. Al caer sobre aquel sofá
agradeció que fuera blando ya que de no haber sido así a su cuerpo
se le hubiera sumado otro moratón. Se acercó con miedo hacia aquel
objeto que desprendía imágenes. ¿Como era posible? Era un objeto
grande pero plano como podían caber aquellas personas ahí.
Inspeccionó todos los lados de la televisión ¿Qué clase de
brujería era esa? Se concentró en observar lo que salía. Eran las
noticias, estaban anunciando precisamente un concierto de SHINee. Lo
vio, encima del escenario estaba ese tal Onew con cuatro tipos más,
a dos los reconoció. Key y Jonghyun estaban en aquella pantalla al
lado del hombre idéntico a él.
-¿Por
este tipo me ha confundido? Demonios ¿Qué hace bailando de esa
manera? Parece idiota- El solo conocía las danzas regionales, pensó
que quizás en esa época en la que estaba esos eran bailes típicos
pero igual le parecieron ridículos. Escuchó la voz de Onew, luego
la de Jonghyun y por último todos juntos, reconoció que se
escuchaban bastante bien. Tocó la pantalla al ver que enfocaban a
ese tipo igual a él. Parecía estar mirándose en agua cristalina,
se tocó su rostro con una mano y con la otra la cara que ahora
estaba en primer plano en aquel objeto. -Si soy igual... ¿Por qué
ella me trata tan mal? ¿Será que quizás soy su desahogo? ¿Me
trata como en verdad quisiera tratar a ese patán?- Volvió la mirada
a la imagen y golpeó fuerte. No debió hacerlo, el equilibro de la
tele pendía de un hilo al ser plana su soporte no aguanto tal fuerza
ejercida y cedió. La tele cayó hacia atrás, chocó con la mesa y
después fue a caer al suelo. El enchufe fue arrancado de cuajo por
la fuerza de la tele al caer y unos chasquidos salieron al tocar el
suelo. Jin Ki intentó agarrarla antes de que llegara al suelo pero
fue en vano, demasiado rápido. Dios la había vuelto a pifiar.
¿Cuando aprendería que en ese sitio no debía tocar nada? No quería
ni imaginarse la cara de Hana al volver. Se sentía fatal pero no
quería pensar en la reprimenda de la mujer así que se pasó la mano
por la cara y respiró fuertemente. Decidió sentarse en aquel sofá
hasta que llegara, ahora sí que no se atrevería a tocar nada más,
o eso pensaba él... Ese mueble era bastante cómodo, se recostó
para quedarse completamente dormido.
---
-Key, creo que
debemos liberar a Jong. Me parece demasiado cruel dejarlo solo con
tanto alboroto- Expresó Hana mientras se terminaban de comer un
cucurucho. Habían estado jugando en varias máquinas de aquel
recreativo. La sonrisa de la joven ya no sería remplazada por la
mueca triste que lucía horas antes. Su amigo había logrado su
cometido así que para finalizar su misión terminaron con un rico
helado.
-Jaja tienes razón,
el pobre debe estar agobiado con tantas fans alrededor. Vamos- Dicho
esto se levantó recogió todas las bolsas que contenían la ropa
recién comprada para ambos y cogió de la mano a Hana. Al llegar
observaron como el tumulto aun seguía creciendo y podía verse como
un Jonghyun agotado pedía auxilio con su mirada. -¿Preparada para
correr?
-Sí, Key,
preparada- El método que siempre utilizaban en estas ocasiones.
Arriesgado pero a la vez demasiado divertido. Asintió con una
sonrisa de oreja a oreja. El silbido de Key atoró un poco sus oídos
pero igual miró a Jonghyun. Este giró su rostro hacia sus amigos,
se sabía aquella señal de memoria, sabía perfectamente lo que
tenía que hacer a continuación.
-¡Noonas
saranghae!- El grito tan adorable de Key hizo reír a Hana. Pero ver
a aquellas chicas girar para comenzar a correr hacia él la hizo
sentir miedo por unos segundos. La mano de su amigo la guió para que
comenzaran a correr hacia la dirección contraria. Debían
desaparecer antes de que aquellas chiquillas los alcanzaran. Varias
veces se desorientó pero gracias a los tirones que Key le daba iba
siguiéndolo muy de cerca. Reían, reían como niños mientras huían,
podría decirse que aquel momento fue muy refrescante para aquella
mujer que ahora corría dejando atrás cualquier rastro de tristeza.
Jonghyun ya estaba
en el aparcamiento cuando llegaron, intentaba disimular que también
había corrido hasta allí pero su respiración agitada lo traicionó.
Sexy, si demasiado sexy ver a Jonghyun así. Cualquier cosa que
hiciera ponía nerviosa a Hana y más tratándose de su ex. Jamás
adivinó que lo hacía tan deseable pero siempre le sacaba aquellos
pensamientos un tanto vergonzosos para ella.
-¡Dios! Son
insaciables esas niñas ¿Os lo habéis pasado bien traidores?- Acusó
con tono molesto Jonghyun ¿Los había descubierto?
-¿Te has divertido
con tus fans?- Key admitió con eso que su acusación era cierta.
-No
tanto como vosotros ¿Se siente bien abandonar a un amigo? Os he
visto huir- Hana se sentía un poco culpable pero no podía evitar
reírse con Key aunque sabía que Jonghyun no estaba molesto
seriamente. Su tono era burlesco y su rostro estaba esbozando una
sonrisa. -Sois dos malos amigos ¿Lo sabíais?
-Anda, si al final
te hemos salvado. Vámonos- Las palabras de Key hicieron soltar una
carcajada a Jong que se disponía a ir hacia el coche con el que
abandonaría aquel lugar.
---
-Mmm déjame Sung
Hyo, no estoy para bromas- Jin Ki estaba hablando entre sueños.
Notaba como alguien le hacía cosquillas.. Maldición ¿Como podía
ser él? ¡Claro! Todo aquello era un sueño, seguro al abrir sus
ojos encontraría a Sung Hyo intentando levantarlo. Pero ahora lamió
su cara... -Espera ¿Qué...?- Sin más dilación abrió sus ojos.
Unos ojos amarillos lo estaban mirando, su corazón se encogió del
miedo. Esos bigotes estaban haciéndole cosquillas en la cara. ¿Qué
era eso que lo estaba mirando? ¡Una criatura del diablo! Pegó un
gritó tan fuerte que el gato salió pitando de un brinco. Jin Ki
saltó de aquel sofá escondiéndose detrás para observar los
movimientos de aquel animal que ahora rondaba por el salón. -¡¿Qué,
qué demonios eres?! ¡Responde!- Se encontraba asomando solo sus
ojos por encima. Se fijó que era negro completamente y bastante
pequeño. Nano lo miraba de vez en cuando y eso lo ponía aún más
nervioso. Un simple gato lo tenía acorralado en la parte de atrás
del sillón y con el corazón apunto de salirle por la boca.
Al ver que no
respondía comenzó a retroceder hasta llegar a la cocina, en el
fregadero vio la tapa de una olla y una cuchara de madera de gran
tamaño. No sabía de que se trataba pero quizás eso serviría para
defenderse de esa pequeña bestia. Fue hacía el animal intentando
espantarlo con los sonidos que trasmitía al chocar los objetos que
traía en sus manos. Nano al verse amenazado emitió un leve rugido
enseñando los dientes. Jin Ki retrocedió asustado, ese pequeño ser
podía ser peligroso debía sacarlo de allí antes de que Hana
llegara pero ¿Como? Volvió a acercarse con las piernas temblorosas.
Aquella criatura se alejó hacia la cocina algo que molestó bastante
al joven que intentaba llevarlo torpemente hacia la puerta.
-Bicho estúpido-
Lo imitó, ahora estaba subido en la encimera sorteando las cosas que
estaban encima. Al verlo pensó que podía caer algo, si Hana volvía
toda la reprimenda sería para él no para ese animal. Extendió el
brazo donde agarraba la cuchara de palo y fue a asustarlo, lo
consiguió pero al saltar varios vasos y platos cayeron al suelo
partiéndose en trocitos. -¡No!- Gritó mientras saltaba hacia
delante, veía como todo estallaba en su cara al intentar coger algún
que otro objeto. Sintió un leve corte tanto en su mano como en su
pómulo derecho. Hana iba a matarlo de eso estaba seguro. Estaba
sentado en el suelo apoyado en aquella encimera, herido y viendo como
todo a su alrededor estaba hecho un caos... Entonces sintió como un
polvo blanco caía encima de su cabeza. Nano había empujado un
paquete de harina hacía un lado vertiendo lo que contenía. Se veía
patético, pero sonreía tontamente por la astucia de aquella
criatura. En el fondo le había ganando un animal que ni el sabía
que existía. Pensaba que era bastante inteligente pero comprobó que
quizás se equivocaba.
---
Hana se despidió
saliendo del coche con varias de las bolsas llenas de las prendas que
Key y ella habían comprado, Jonghyun quiso acompañarla hasta la
entrada de su casa pero ella se negó. Estaba entrando en el ascensor
cuando la mano de Key la detuvo.
-Te olvidas de
devolverme el móvil cosita- Hana se relajó y sacó el móvil de su
amigo del su bolsillo. -Gracias, bella. Ah... Y mañana me contarás
que te ha causado esa pequeña herida en el labio...- Sonrió
pícaramente, la besó fugazmente en los labios y se fue corriendo.
Sabía que no podía inventar una excusa tonta así que tenía que
pensar en algo convincente para el incisivo Key.
Al entrar en casa
lo que vio le quitó cualquier pensamiento tanto positivo como
negativo...
-¡¡¡Jin Ki!!!
¡Estás muerto!

A través del tiempo by Laura Ramírez Patarro is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en https://www.facebook.com/media/set/?set=a.477299068982080.111688.383825261662795&type=3.
Permissions beyond the scope of this license may be available at https://www.facebook.com/LaCulturaKPopYJPop.
Creado a partir de la obra en https://www.facebook.com/media/set/?set=a.477299068982080.111688.383825261662795&type=3.
Permissions beyond the scope of this license may be available at https://www.facebook.com/LaCulturaKPopYJPop.
No hay comentarios:
Publicar un comentario